- Desarrollo profesional: debemos tratar de adaptar nuestras habilidades, conocimiento y experiencia a los objetivos globales de nuestra empresa. Por ejemplo, marketing electrónico, para establecer nuevos negocios por otros canales distintos al habitual; idiomas, para poder relacionarnos con clientes y proveedores de otros países; interesarnos por los procesos necesarios para que nuestra empresa obtenga una certificación de calidad (ISO).
- Desarrollo de nuestras habilidades en el trabajo: para poder ser más competitivos, mejorar nuestra productividad, saber adaptarnos al crecimiento de nuestras responsabilidades y realizarnos como trabajadores y personas. Debemos intentar mejorar nuestro trabajo a nivel individual y ayudar al desarrollo del trabajo en equipo.
- Si logramos ascender, debemos prepararnos para dirigir un equipo, sin que éste sienta que no estamos preparados para esa misión. Además de tener los conocimientos necesarios, debemos demostrar que seguimos manteniendo nuestra calidad humana, compartir nuestro entusiasmo y transmitir seguridad al resto de componentes del grupo.
Potenciar el desarrollo profesional
9 septiembre 2010 | Por jose manuel
Si estamos preparados para cualquier situación o cambio en nuestro entorno de trabajo, podremos llegar a ser imprescindibles y de gran valor en la estrategia de cualquier negocio. Reciclarse, buscar nuevas fuentes de formación y saber adaptarse a los cambios que rodean nuestra empresa, a la larga, será beneficioso para mantener nuestro empleo e incluso para mejorarlo.
Debido a la crisis muchas empresas cierran la puerta a la formación de sus empleados. Si tu jefe no te lo financia y tú puedes hacerlo, no lo dudes, estarás invirtiendo en tu futuro. ¿Qué tipo de capacitación es necesaria para crecer en tu trabajo?