Hoy en día cada vez se escribe menos a mano, ya que el uso del ordenador en los hogares aumenta. No obstante, la escritura tradicional es básica en el desarrollo educativo que comienza en la infancia. Para que un texto cumpla su función de transmitir el mensaje primero debe de ser legible.
Fases del aprendizaje de la escritura
El aprendizaje de la escritura se divide en fases:
Primero el niño adquiere un control grafomotor para familiarizarse con las letras; posteriormente se centra al niño en la práctica de la escritura en sí y por último una etapa de perfeccionamiento cuando el niño escribe con su propio estilo una vez que ha interiorizado los mecanismos de la escritura.
Para ello, el niño debe de practicar el trazo de las letras cuidando que se realiza en la dirección correcta y de forma proporcionada.
Conseguir que un texto sea legible, es cuestión de práctica. La forma de escribir de forma clara es a través de fichas y cuadernos especializados en los que se practica la caligrafía. Esto se realiza en las escuelas, pero a veces no es suficiente y entonces los padres también juegan un papel fundamental para ayudar al niño. Además, por lo general, el niño suele desmotivarse si sólo se emplea este tipo de cuadernillos.
Primero hay que detectar entre padres y profesores cuáles son las causas de la mala caligrafía, si es un problema de destreza motriz, de impulsividad, problemas de percepción o de orientación espacial y temporal, baja autoestima u otros.
¿Cómo mejorar la caligrafía?
En cualquier caso, de modo general, conviene tener en cuenta estos consejos:
-El niño debe de estar relajado y motivado. Él tiene que saber que sus ejercicios son importantes y valorar sus mejorías.
-Asegurarse de que el niño esté bien sentado, con la espalda en el respaldo de la silla y los pies apoyados en el suelo.
-La distancia de los ojos al papel debe de ser de unos 20-25 centímetros. No debe de mover el papel continuamente.
-Con la mano contraria a la que escribe debe de sujetar el papel con seguridad pero sin que haya tensión.
-En el caso de que sea diestro, es correcto inclinar la hoja ligeramente a la izquierda, y si es zurdo a la derecha.


-La forma en la que el niño coja el lápiz o bolígrafo es importante. Debe de hacerlo con el índice y el pulgar dejando que se apoye en el anular.
-Evitar apretar demasiado el lápiz
-Algunos juegos son de gran ayuda. Por ejemplo realizar juegos de encontrar letras escondidas entre otras que se le parecen o por ejemplo repasar dibujos punteados también es de gran ayuda.
- Tiene que ser constante, no va a mejorar de un día para otro, por eso es importante establecer una rutina de práctica diaria, procurando que al principio se concentre sólo en la calidad de los trazos, dejando la mejora en la velocidad de escritura para más adelante.
Y una vez que se ha conseguido tener buena caligrafía viene el saber escribir sin cometer faltas de ortografía, aquí os dejamos otro artículo de nuestro blog al respecto que seguro os resultará muy interesante: Evita las faltas de ortografía más comunes