Si la escritura carece de proporción, es poco clara y su aspecto en conjunto es poco equilibrado o limpio, estamos ante una escritura vulgar, la clásica de los niños de corta edad y de aquellas personas que por las razones que sean no han escrito mucho en su vida. Este tipo de escritura aparece en personas con sentimiento de inferioridad y en aquellas que se muestran muy inseguras por falta de confianza en sí mismas.
Si por el contrario nos encontramos ante una forma de escribir elegante donde predomina la naturalidad, podemos deducir que el autor posee un elevado nivel cultural, cierta elegancia, buen gusto y que le preocupa todo lo relacionado con la estética. Un excesivo adorno a la hora de escribir, puede indicarnos que la persona es un tanto rebuscada.
La llamada escritura extraña es aquella en la que aparecen adornos, trazos poco claros que en algunos casos los harían ininteligibles fuera de su contexto. Este tipo de trazados tan personales nos descubren personas con gran capacidad creadora, originales y que les gusta llamar la atención. Este tipo de escritura llevada al extremo también desvela falta de seguridad en sí mismos y algún complejo de inferioridad.
Cuando la escritura parece una obra de arte, está cargada de trazos innecesarios, muy adornada (sobre todo en las letras mayúsculas), nos encontramos ante un sujeto cargado de imaginación. Suelen ser personas simpáticas, detallistas, con don de gentes y muy preocupados por la estética. Si el adorno en la escritura es excesivo y cargante, puede reflejar una personalidad superficial, vanidosa, con tendencia a exagerar y a mentir.
Si la escritura es irregular y en una determinada letra apreciamos un aumento brusco de tamaño, nos encontramos ante una persona emotiva y lo habitual es que esas emociones no sean muy positivas. Este tipo de escritura la mayoría de las veces desvela una personalidad agresiva y violenta.
Una escritura irregular en la que el tamaño de las letras dentro de la palabra cambia constantemente es propia de una persona muy sensible. Si es demasiado irregular podríamos estar ante una persona inestable emocionalmente.
Si por el contrario estamos ante una escritura uniforme, que mantiene un mismo tamaño en las letras a lo largo de lo escrito, estamos ante personas equilibradas, reflexivas y ordenadas. Un exceso de uniformidad puede ser síntoma de rutina y de ausencia total de imaginación.
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