Algunos lo hacen de forma que las familias pueden sobrellevarlo, pero otros se lanzan en una cruzada a muerte contra todo lo que signifique normas y costumbres, tanto familiares como sociales. Muchas familias quedan destruidas en este proceso, ya que hay agravantes como las drogas, la prostitución y la delincuencia, en general, que les consume económica y psicológicamente.


Los estudios y formación son uno de los aspectos que suelen rechazar categóricamente y que lleva de cabeza a los padres y tutores. En vista de que, en condiciones normales, la rebeldía juvenil no es otra cosa que el exceso de energía vital que no está bien canalizado debido a la inexperiencia de padres y de quien la manifiesta, podemos tomar en cuenta ciertas claves para sobrevivir a ella:
- Las normas deben estar predeterminadas en todo momento. Horas de salida, de llegada, actividades extraescolares, asistencia a clases, etc. Es importante que comparta responsabilidades en el cuidado y orden del hogar. Esto les mantendrá enlazados con el ambiente familiar.
-Vigila los lugares que frecuenta. Hay muchos sitios para distraerse. La calle no es el mejor de ellos. Si un joven insiste en realizar actividades callejeras puede estar en serios problemas en corto tiempo.
- Exigirles un tiempo de estudio y resultados . Fijar metas y objetivos, así como otorgar o retirar privilegios. Salidas, fiestas, excursiones, objetos de su agrado.
- Revisar la situación familiar. Somos su primer ejemplo de vida. La familia puede estar presentando factores (divorcios, peleas, humillaciones, alcoholismo, drogadicción, etc.) que hagan que se manifieste esta actitud.
- Como siempre, la prevención siempre es mejor, así que los primeros indicios de actitudes extrañas deben ser atendidos firmemente. La comunicación entre familia y escuela son fundamentales para que no haya sorpresas desagradables.
- Siempre debemos escucharles. Sus opiniones y dudas, por más disparatadas que nos parezcan, dicen mucho de ellos y de cómo están viviendo nuevas experiencias.
- Vigilar y orientarle con respecto a los grupos en los que participe. Algunos pueden ser muy positivos: musicales, teatro, club deportivos, académicos, etc, mientras que otros pueden ser su ruina como sectas religiosas, grupos extremistas, pandillas callejeras. Para combatir su participación en estos últimos necesitarás ayuda profesional: policia, guardia civil y unidades de orientación familiar.
- La adolescencia tiene matices fatalistas, ya que los extremos se consideran muy aceptados entre los jóvenes. De ahí vocabularios recurrentes de muerte, guerras, sangre, destrucción. Esto debe ser debatido con buenas palabras y actitudes y ambientes muy positivos en las relaciones familiares.
- Es vital reconocer de muy buen grado los logros y éxitos que obtenga en cualquier área de su vida. Esto aumentará su autoestima.
- Las acciones desesperadas o cargadas de violencia contra ellos pueden empeorar las situaciones al crear distancias. Buenos modales, firmeza y mucho amor traerán mejores resultados.
- Nunca jamás revise sus objetos personales sin su permiso o presencia. Ante alguna sospecha de algo dañino (drogas, material pornográfico, objetos robados), tranquilícese y llámele para hablar. Explíquele sus dudas e invítele a decir la verdad. Y sea firme en los correctivos aplicados. No le dé oportunidad de reincidir.
- Preste mucha atención a los cambios de humor, amistades o hábitos de higiene, ya que todo esto suele alertar de posible consumo de sustancias como el alcohol, las drogas o situaciones de delictivas menores.
- En caso de tener problemas de naturaleza delictiva o consumo de sustancias dañinas para su organismo, existen muchas organizaciones gubernamentales que pueden ayudar a las familias y a ellos mismos a salir de esa situación. Apórtale la importancia que se merece, no lo dejes para después ya que podría ser muy tarde.
Un adolescente es un tesoro para las familias. Es toda la energía del mundo concentrada en un ser. Es la gran oportunidad de seguir avanzando y creciendo en la sociedad. La rebeldía típica de esta etapa debe ser controlada tanto por el joven como ser ayudado desde afuera. De esta manera, luego se tendrán recuerdos de experimentos con buen éxito tanto personal como profesional.