

Qué actitud deben tener los padres el primer día de guardería de sus hijos
Se trata de afrontarlo con una actitud positiva y segura para endulzar el momento además de tener todas las cosas preparadas el día previo. El gran error que se puede cometer el primer día de guardería del niño es derramar unas lágrimas delante de nuestros hijos o haciendo un drama de ello. Esto no ayuda, ya que además los niños tendrán aún menos ganas de salir de casa y como sabemos imitan todo lo que ven. Para quitar importancia al asunto debemos de mostrarnos positivos, divertidos y serenos. Una vez que hayamos llegado a la guardería es fundamental despedirnos siempre del niño y no marcharnos a hurtadillas. Debe de saber que os marcháis , dadle un beso o un abrazo con una gran sonrisa y decidle cuando volveréis. Es importante tener buenas palabras y desearle un buen día, aunque llore o se enfade. No hay que consolarle ni quedarse con él hasta que se le pase, simplemente vivir la realidad y seguramente en la propia clase, el niño comenzará a jugar con otros compañeros. Podemos dejarle, sobre todo los primeros días, que se lleve a clase un muñeco que le guste y que le resulte familiar para sienta que tiene algo familiar cerca. Debemos de adaptar su rutina en su día a día. Podemos vincular los momentos de ocio con la guardería y hacerle ver al niño que sus horas de ocio serán divertidas como cuando disfruta en casa o en el parque. Es bueno también que adaptemos al niño a los nuevos horarios semanas antes de que llegue el día para que no sea un cambio demasiado brusco. Es importante que seamos puntuales a la hora de la salida para que el niño no sienta que tardáis más en llegar que los padres de otros compañeros. Es momento de mostrar interés por saber en cómo ha ido su día en un tono positivo. Y para que su adaptación sea completa, puedes seguir estos consejos: Pasos para ayudar en la adaptación de la guardería