Estas medidas afectan a todos los sectores de la población y no han dejado títere con cabeza, ni siquiera en la sanidad o en la educación.
Hace unos días el Gobierno explicaba que era necesario controlar qué se hacía con el dinero invertido en becas y si realmente los resultados de los estudiantes becados estaban a la altura de sus expectativas. En esta línea ha surgido una nueva medida de devolución del importe de las becas. Medida encaminada a recortar el gasto por un lado y a controlar los resultados académicos por otro.
El Consejo de Ministros ha aprobado esta medida que afecta a las becas- salario que son las que mayor cuantía aportan a los estudiantes, pudiendo ser de hasta un máximo de 6.000 euros.
Hasta el momento se exigía a los estudiantes que disfrutaban de este tipo de beca presentarse a una tercera parte de las asignaturas matriculadas para poder mantener la beca.
Con la nueva reforma, los estudiantes que disfruten de este tipo de becas deberán no solo presentarse al 50% de las asignaturas matriculadas, además tendrán que aprobarlas para mantener la beca. En caso contrario simplemente tendrán que devolver el importe completo de la beca concedida.
Esta medida establece una gran presión sobre los estudiantes, ya que deben mantener un alto rendimiento académico y no pueden cometer ni un solo fallo de cara a conseguir estos resultados. En muchos casos las familias cuentan con la beca como última medida para que sus hijos vayan a la universidad por lo que devolverla podría tener unas consecuencias desastrosas.
Pensemos en que si un estudiante debe devolver la beca tendrá que asumir su familia los gastos universitarios de ese año, ya que el alumno deberá abonar a la Universidad el importe de la matrícula por encontrarse el curso muy avanzado.
Toca ponerse las pilas y rezar (o lo que cada uno haga) para aprobar bastantes asignaturas.
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