

La media comunitaria se sitúa en un 10,8% y junto a España países como Bulgaria, Italia e Irlanda cuentan con cifras superiores a esta. En el lado opuesto se sitúan Dinamarca y Países Bajos, con un porcentaje de jóvenes que ni trabajan ni estudian del 4%.
Estos datos forman parte de un reciente informe emitido por la Comunidad Europea, donde se advierte, que estos jóvenes corren el riesgo de quedar excluidos totalmente y de forma permanente del mercado laboral ya que no están adquiriendo experiencia ni conocimientos útiles para pasar de la inactividad y el paro al empleo.
España, también es el país de la UE con una mayor tasa de paro juvenil (el 40,9%el doble de la media comunitaria) y uno de los que han destruido más puestos de trabajo ocupados por jóvenes durante la crisis, según el estudio. Antes de estallar la crisis, la tasa de paro juvenil española rondaba el 21%.
Los expertos comienzan a hablar de una “generación perdida”, considerando la situación de los más jóvenes como intolerable.
Otros efectos de la crisis en nuestro país son: incremento de la tasa de paro de larga duración (del 2,3% al 11,3%, frente al 6% de media europea) y unas elevadas tasas de contratación temporal (55,9% frente al 40,2% de promedio en la UE) y de empleo a tiempo parcial involuntario (32,9% frente al 26,8% de media) para los más jóvenes.
Para intentar aliviar el problema, la CE acaba de presentar el programa 'Juventud en Movimiento', con el que pretende fomentar la formación de jóvenes en otros países de la UE para facilitarles el acceso al mundo laboral y reducir la tasa de desempleo juvenil. Los expertos prevén que el 35% de los nuevos puestos de trabajo exigirán una educación de alto nivel antes de 2020.
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