

Lo más recomendable es que sea un tema más y se hable como tal, de forma natural y con empatía. La comunicación puede ser beneficiosa para que nuestros hijos empiezan su vida amorosa y sexual de la mejor forma posible.
La adolescencia es una etapa complicada para nuestros hijos pues comienzan a experimentar muchos cambios y tener sus primeras historias amorosas. En este aspecto, los padres lo que pueden hacer es hablar de ello de forma natural como un tema más de los que tratamos con ellos, y desde nuestra experiencia en la vida, y comentarle algunos aspectos importantes sobre este asunto:
Actitud de los padres para hablar con los adolescentes sobre el amor
-Los adolescentes tienden a "enamorarse" muy fácilmente y no entienden que el amor es algo que lleva tiempo. La actitud de los padres puede provocar diversas reacciones en sus hijos, por lo que conviene hablar con tacto, con delicadeza y entender que nosotros hemos sido adolescentes también y que su forma de ver el amor es muy diferente a cómo lo ve una persona madura.


Lo ideal es que haya una buena comunicación con los hijos adolescentes, abierta y en la que se respeten los sentimientos de nuestros hijos. Se recomienda dejar de lado todos los prejuicios y hablar de este tema y sobre el sexo, ya que, si no lo hacemos, al final aprenderán por ideas de otras personas y quizás, no sean explicaciones adecuadas.
-Los padres deben de mostrar una actitud abierta y estar predispuestos a hablar acerca de las dudas que puedan tener nuestros hijos sobre este aspecto, y podemos hablarles de nuestras experiencias con el amor a su edad y así ellos entenderán que sus sentimientos de confusión y sus nuevas sensaciones son totalmente normales. Del mismo modo, se creará un vínculo de confianza con ellos. Eso sí, es importante no atosigarles ni invadir su espacio ni intimidad.
-Crea tiempos y espacios confortables para hablar sobre el amor. Cena con ellas, y piensa en cómo puede salir la conversación para que, como te indicamos, haya una comunicación fluida sobre este asunto.
-No juzgues a tus hijos, recuerda que están empezado a experimentar y que tu también has pasado la etapa de la adolescencia y sabes lo que conlleva.
-Debes de ser un ejemplo de una relación responsable, sana, comprensiva y que vele por la búsqueda de lo que realmente queremos y ver qué quieren las demás personas.
-Deja que ellos te cuenten lo que quieran y siente empatía hacia ellos. Si te ven una persona cerrada o que juzgas lo que experimentan, al final evitarán contarte sus sentimientos. Las preguntas que debes de hacerles es mejor que sean abiertas: ¿cómo estás?; ¿Cómo te va en tus relaciones?; ¿qué te gusta de esa relación?; ¿qué no te gusta?