

En ocasiones los padres dicen que sus hijos son desobedientes, pero muchas veces no se tiene en cuenta la edad del niño o no se establecen las normas adecuadas en casa. Antes de los 3 años, es normal que los niños no entiendan lo que es acatar las normas, ya que están en una etapa en la que tienen que explorar y su falta de obediencia no es intencionada.
A partir de los 3 años, la comunicación entre padres e hijos cambia y cuando queramos que nuestros hijos llevan a acabo una petición, siempre tenemos que utilizar palabras afirmativas y positivas. Algunos especialistas consideran que castigar a un niño no es la solución, ya que daña su autoestima y produce tensión en las relaciones familiares. Ahora bien, los padres deben de educarles de manera que los niños comprendan que, si se portan mal, su actuación tendrá consecuencias.


Es muy importante que los padres diseñen un listado de las actividades y los horarios establecidos en el hogar, y que se ajusten a la edad del niño. Estas normas deben incluir horarios de baño, dormir, alimentación, juegos, comidas o deberes entre otros. Es mejor que sean pocas normas y que todas ellas formen parte de la rutina de nuestro hijo.
Consejos para educar a los niños desobedientes
Cuando no se acatan las normas, los padres deben expresar a sus hijos que no les gusta ese comportamiento y tener en cuenta los siguientes puntos:
-No dejes que te invada la ira ante la situación. Debemos explicar a nuestros hijos de forma calmada por qué su conducta es incorrecta. Es de suma trascendencia que el niño entienda el motivo de los castigos.
-Los niños deben de conocer de antemano los límites que no pueden sobrepasar y el castigo que recibirán si no acatan las normas. De esta manera, el niño es consciente de si le merece la pena o no saltarse las normas.


-El castigo debe ser inmediato al momento en el que niño ha desobedecido. De igual forma, debe de ser coherente y equilibrado al tipo de acción cometida y que no ha sido de nuestro gusto. El castigo no puede ser privarlo de algunas de sus necesidades básicas como puede ser cenar, u otro tipo de castigos como pasar una semana sin poder ver la televisión. Lo que puedes hacer es prohibirle ver su serie favorita durante dos días, ya que tiene más sentido y es más efectivo.
-Los toques de atención por un mal comportamiento no deben de ser continuados ya que, de lo contrario, pierde su significado y dejará de ser efectivo. Con tres advertencias es suficiente.
-No le grites ni le hagas comentarios ofensivos ni comparaciones con otras personas. El niño puede pensar que tienes algo en contra de él. Los castigos deben de centrarse en comportamientos concretos que queremos corregir.
-Si intenta abrazarte o darte o beso para suavizar los momentos de tensión, no lo rechaces ya que, del mismo modo, puede sentirse ofendido.


-No sólo te fijes en sus malos comportamientos. Anímale cuando actúa bien y refuerza ese comportamiento. Si su actitud es la adecuaba, también debes comentárselo para que el niño sepa con más claridad lo que te gusta y esperas de él.
-Los padres deben de ser afectuosos y firmes al mismo tiempo. Tienen que ser capaces de manejar la situación en un clima de calma y, al mismo tiempo, deben de poner los límites acordes a la edad del niño.