Cómo controlar la ira en los niños

Cuando el niño manifiesta agresividad o expresiones propias de la ira como gritar, pegar a otros compañeros o incluso romper cosas es fundamental que los padres sepan cómo controlar la ira en el niño y que tengan el control de la situación, sin limitarse a decir "no grites" puesto que las expresiones negativas no suelen funcionar con los más pequeños.

0 comentarios
ana it
viernes, 11 agosto, 2023
Cómo controlar la ira en los niños

La ira es una emoción completamente normal en los niños al igual que en los adultos,  y se desencadena para dar respuesta a situaciones diferentes que les producen malestar, frustración o tensión. Aunque es un momento desagradable para quien padece ira, hay que destacar que es una emoción importante en los seres humanos que los hace crecer y evolucionar interiormente.

¿Cómo ayudar a controlar la ira en niños?

¡Para controlar la ira en niños es importante que los padres mantengan un clima de calma para no agravar la situación. Conviene tener en cuenta lo siguiente:

-Los padres deben de mantener el control. Los niños tienden a imitar lo que ven, por lo que es fundamental que los padres muestren a sus hijos que hay que exteriorizar los sentimientos que les ha producido la ira hablándoles y acercándonos a ellos con comprensión y dialogando sobre lo que ha pasado. De esta forma, conseguiremos que reconduzcan estos sentimientos. Para que los padres tengan el control pueden llevar a cabo diferentes técnicas: respirar profundamente, pensar antes de actuar...

-Dialogar sobre el problema. Muchos niños se calman si los padres les preguntan y se interesan por lo que le ocurre, de lo contrario, puede sentirse ignorado y agravar la situación. En otros casos, el niño no quiere hablar con sus padres y, en ese caso, lo que pueden hacer los progenitores es incitarle a que le cuenten el problema a su peluche favorito, a un amigo imaginario o a una mascota. Lo importante es que el niño exteriorice lo que tanto le hace sentir mal. Es muy típico que los padres no le den importancia a este comportamiento. Pero es fundamental que investiguen y observen por qué está enfadado y qué consecuencias tiene en el niño, para poder llegar a una solución.

-Los padres deben de enseñar a sus hijos conductas adecuadas para controlar la ira que les servirán para prevenir, canalizar y no utilizar la agresión física o verbal. El buen ejemplo es la mejor manera de ayudar a nuestros hijos a saber comportarse en determinadas ocasiones. Los modelos de conducta positivos deben ser la base de su educación.

-Mucho cariño y paciencia. Si tu hijo se siente dolido o frustrado por alguna solución, los padres pueden calmarle con un abrazo. De esta manera, ellos sabrán que pueden contar contigo. -Puedes transformar su ira en una actividad. Muchos niños cuando están enfadados comienzan a dar patadas o a gritar, y para ayudarle a que se calme le puedes proponer que haga una actividad que le guste como pasear, leer o dibujar.

-Es fundamental aprender a resolver problemas. Algunos niños responden de manera agresiva ante determinadas soluciones porque no saben actuar de otra forma. Carecen de habilidades para solucionar problemas. En ese sentido, los padres deben de ayudarle a identificar los problemas y a solventarlos. Se debe tener en cuenta lo siguiente: identificación del problema, posibles soluciones con cada una de sus consecuencias, elección de la mejor solución, su puesta en práctica, reforzar el resultado si ha sido positivo y revisarlo en el caso de que haya sido negativo o si ha habido algún error.

-Fomentar una autoestima positiva. Para tener éxito en la vida y en las relaciones sociales, los niños deben sentirse competentes, agradables con los demás  y valorarse, y esto ocurre cuando el niño tiene una autoestima positiva. Por el contrario, la autoestima negativa es muy frecuente en niños que siempre están siendo regañados por su mal comportamiento y esto le genera aún más ira. A la hora de controlar la ira en los niños es fundamental que los padres eviten frases del tipo "eres malo" ya que está fomentando más agresividad con el niño y un malestar consigo mismo. Siempre debemos de tratar los malestares desde un ángulo positivo.

Contenidos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *