

Ante todo, hay que entender que los niños no son los culpables del fracaso escolar y que, en muchos casos el colectivo educativo no puede resolver los problemas puntuales de los pequeños por lo que se va a necesitar una atención especializada.
Las causas más comunes de fracaso escolar son las siguientes:
-Bulling. El niño que sufre acoso escolar por parte de sus compañeros en el colegio siente rechazo hacia la escuela y como consecuencia su rendimiento escolar desciende.
-La falta de concentración: Son muchos los niños que presentan problemas para concentrarse en clase y que suelen ser inquietos o hiperactivos. Por tanto es complicado que se centren en las tareas de clase y como consecuencia, puede haber fracaso escolar. Es fundamental que los padres y los profesores se percaten de la situación para poner medidas.
-Niños desmotivados hacia el estudio: Los niños no quieren asistir a la escuela porque no les motiva la materia que estudian. Los padres tienen que conseguir poco a poco que el niño sienta ganas por aprender y aprenda el valor que tiene.
-Ninos superdotados: La escuela está diseñada para enseñar a niños con inteligencia media. En ese sentido, presenta limitaciones de forma que un niño superdotado encuentra un desfase entre su inteligencia y las tareas que tienen que realizar, que para ellos son aburridas.
-Niños que presenten trastornos de aprendizaje como la dislexia. Puede suponer un retraso en el aprendizaje y ser causa de frustración. Conviene detectarlo a tiempo para tratarlo cuanto antes.
-A veces son causas emocionales como una situación familiar la que puede generar fracaso escolar. Por ejemplo, la muerte de un familiar, la separación de los padres o estilos educativos de los padres como falta de cariño, una severidad excesiva o una disciplina extrema.