

Cientos de seres humanos están, en este mismo momento, sumidos en el dolor indescriptible de la guerra, del odio, de la mentira, el egoísmo y la maldad. Pero, realmente, son acciones destructivas dirigidas por personas sin escrúpulos que en un momento determinado fueron niños con carencias, problemas y, sobre todo, con una falta de formación humana más allá de lo que nos podríamos imaginar.
Si quieres contribuir en la educación de los niños, con la Paz en nuestro planeta, estas recomendaciones pueden serte útiles:
- Educar para la Paz es educar para la vida. La vida es el principal derecho que posee un ser viviente, por tanto debe ser defendido y preservado sin ningún tipo de diferenciación de raza, religión o cultura.
- Compartir con personas de otras creencias, razas, costumbres, idiomas, etc, con total naturalidad y disfrutando de los intercambios permitirá a los niños y niñas aprender desde muy pequeños la importancias de aceptar a otros sin discriminarles por estos conceptos.
- Desde pequeños deben comprender la importancia de formarse y educarse para ayudar al avance de la sociedad. Su profesionalidad abrirá nuevos caminos y podría constituir nuevas soluciones a los múltiples problemas que nos aquejan hoy en día. Deben asistir a centros educativos y cumplir con las responsabilidades asignadas.
- Enséñales a respetar a los demás y, sobre todo, a tolerar las diferencias. Este paso es muy importante porque les hace desarrollar la capacidad de aceptar a los demás tal cual son, con sus visiones del mundo. Si no estuvieran de acuerdo, podrán comprender al otro y no propiciar episodios conflictivos.
- A través del diálogo y las visitas a otras familias, pueden aprender a relacionarse y también a convivir con los demás. No critique negativamente a sus amigos cuando se den la espalda y mucho menos tenga expresiones de desprecio o hipocresía, ya que los niños son muy perceptivos y repetirán estas conductas con sus allegados.
- Darle mayor importancia a Ser que a Tener. Este aspecto está directamente relacionado con el desarrollo de su personalidad. Una persona auténtica y respetuosa de sí misma tiene visiones más positivas y esperanzadoras del mundo que le rodea. No utiliza tanta energía en "tener objetos" como en "ser alguien útil para la sociedad"


- La resolución de problemas y conflictos es fundamental. Cuando haya un problema en casa evite gritos, insultos, golpes, castigos físicos, etc. Ellos siempre tendrán como patrón de vida lo que hayan aprendido en casa por eso es importante el diálogo, la sinceridad y el compromiso para resolver cualquier inconveniente que se presente.
- La afectividad, la ternura y la sensibilidad deben ser siempre alimentados en casa. Las mascotas, las personas mayores, el medio natural, las actividades artísticas, por ejemplo, son escenarios excelentes para trabajar estos principios básicos.
Fuente Imágenes ThinkStock.