

El hecho de salir fuera de España y estar inmerso en una cultura diferente, es enriquecedor. Es una experiencia internacional que ayuda a que el estudiante abra su mente y conviva con otras culturas a la vez que empieza a ser más independiente. Es una buena forma de crecer como persona.
A nivel académico, supone una méjora del idioma del destino elegido. El hecho de tener que desenvolverse en otro idioma durante tantos meses supone un cambio notorio. Además de cara al currículum es muy positivo haber vivido una experiencia internacional de este tipo.
Es una buena forma de aprender a convivir y a organizarse con otras personas. El estudiante que se va de erasmus normalmente comparte habitación en residencias o piso. Por tanto, supone compartir convivencia con personas que pueden ser de otras nacionalidades con otras costumbres diferentes.
En cuanto al estudio de la carrera, el estudiante observará una nueva metodología en la universidad de destino. Poco a poco se adaptará a ella y su proceso de aprendizaje mejorará. En cuanto a las asignaturas, es posible que el profesorado tenga en cuenta que es un estudiante erasmus y, por ello, también será más paciente con los resultados esperados probablemente.
Irse de erasmus es un buen momento para conocer gente nueva de diferentes lugares del mundo, organizar viajes a países cercanos durante el curso y de vivir una experiencia que no olvidarás nunca.
Fuente imagen por flickr
Un post muy interesante. La experiencia del Erasmus es muy enriquecedora a nivel personal. Mi hijo mayor Marcos siempre había querido estudiar fuera, pero tenia reticencias por el idioma. Había ido a una academia de inglés durante el instituto, pero no se veía hablandolo como idioma principal durante unos meses, y mucho menos para hacer clase.
Al final lo convencí de que se apuntará a una academia de inglés en Barcelona en la que le enseñarían sobretodo a hablar con fluidez (era la Callan School de Barcelona). Durante el curso, vió que iba mejorando así que se apuntó para el año siguiente para una beca erasmus.
En definitiva, sea cual sea el problema/s que te impidan irte de Erasmus, lo mejor es superarlos, porque la experiencia realmente vale la pena (yo de joven me quedé con las ganas de poder estudiar fuera…).