Mi hijo no quiere ir al colegio: consejos básicos

Los padres deben de tomar cartas en el asunto si su hijo se niega a ir a la escuela y hablar con él tranquilamente. Por lo general los niños se niegan a ir a clase cuando comienzan su vida escolar, ya que es un cambio nuevo para ellos y no quieren separarse de sus padres. También ocurre cuando tiene un hermano pequeño y no quiere ir al colegio mientras sus padres se quedan en casa cuidando del niño recién nacido. En otros casos, el acoso escolar o una larga enfermedad son la causa de esta negación.

¿Por qué mi hijo no quiere ir al colegio?

En muchas ocasiones no querer ir la colegio se trata de un miedo irracional que se "cura" cuando se le permite al niño quedarse en casa, pero que reaparece de nuevo a la mañana siguiente cuando es hora de ir a la escuela. Muchos niños fingen estar enfermos o exageran los síntomas físicos para tener que quedarse en casa y sentirse de esta manera protegidos por sus padres y en su pequeño círculo.

La fobia escolar es este miedo irracional que presenta el niño quien se niega ir al colegio. Se expresa a través de llantos, berrinches, abrazos a los adultos cada vez que se acerca la hora de ir a clase. No siempre existe una base que motive este miedo, ya que en ocasiones es un miedo irracional o "sin motivo".

En muchos casos, los niños que se niegan ir al colegio es debido a que sienten una dependencia descomunal hacia sus padres. Son niños muy temerosos hacia la oscuridad, los animales o los monstruos. Como hemos señalado es un miedo irracional que es consecuencia de la ansiedad que presenta el niño y que puede acarrear futuros problemas si los padres, con ayuda de un profesional si es necesario, no consiguen solventarlo.

¿Qué hacer si mi hijo no quiere ir a clase?

¿Cómo pueden ayudar los padres a su hijo que no quiere acudir a la escuela? Pues bien, ante todo deben de transmitirle calma y tranquilidad. Deben hablar con el niño y averiguar qué le ocurre, siempre desde el entendimiento y el diálogo. El niño debe de asociar la escuela como un lugar agradable en el que aprende cosas nuevas y donde puede reunirse con sus amigos. A veces es un miedo pasajero que se puede solucionar mediante el diálogo, pero en otros casos la situación es mucho más compleja.

En cualquier caso, el niño no debe evitar la situación a la que teme y debe enfrentarse a ella ya que, de lo contrario, estaremos alimentando la intensidad de la fobia y estaremos agravando el problema. Si bien es cierto los padres no saben cómo enfrentar la situación, ya que por un lado ven que su hijo sufre si se le obliga ir a clase y por otro lado saben que tienen que resolver este temor. Por este motivo, los padres deben de estar preparados para recibir asesoramiento de un profesional.

El niño, entonces, requiere de un tratamiento para determinar cuáles son las causas de su negación y trabajar en ello. La edad del niño es un aspecto a tener en cuenta, ya que, por ejemplo, los niños mayores o los adolescentes que se niegan ir a clase necesitan un tratamiento aún más intenso.

De todas formas, es un problema que se puede corregir con éxito siempre y cuando los padres soliciten la ayuda de un profesional. Los progenitores pueden solicitar ayuda al pediatra de su hijo para que les de cita con un psicólogo de niños y adolescentes.

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