

Un buen catering en Madrid en el colegio, no solo ayudará a crecer sanos y fuertes a los niños, si no que también les evitará caer en malos hábitos, como pueden ser la bollería industrial o los alimentos procesados entre otros. En tempranas edades, la alimentación es un factor de lo más importante. Precisamente por esto, un catering de calidad debe de contener alimentos saludables y aportar una dieta equilibrada. Conocer estos aspectos de antemano, debería de ser importante de cara a que los padres elijan un centro u otro, en donde llevar a sus hijos a estudiar. Esta importancia radica en que, una alimentación deficitaria puede provocar problemas de salud con el paso del tiempo, problemas que costaría corregir.
¿Qué debemos buscar en un catering?
Para saber si un catering es de calidad para nuestros hijos, debemos de fijarnos en estos diferentes aspectos. En primer lugar, tiene que ser un catering nutritivo. Para saber esto, bastará con echar un vistazo a la pirámide alimenticia para ver las prioridades y necesidades de los más pequeños. En este caso, como base de una alimentación saludable, nos encontramos con las proteínas, que ganan peso ante los tan habituales hidratos. Así mismo, se busca integrales también de grano completo, agua, frutas y verduras, dejando en un segundo lugar a la carne roja. Para que esta dieta sea efectiva, tiene que ser realizada especialmente por un profesional de la nutrición, ya que este tendrá los conocimientos necesarios para poder elaborar un menú adecuado para los más pequeños.
En la variedad está el gusto
Un catering de calidad, debe de ser variado. La variedad en los más pequeños, es un aspecto importante para que se acostumbren a comer de todo. Si de pequeños se acostumbran a esta variedad, rechazarán con el tiempo una menor cantidad de alimentos, ya que se acostumbrarán prácticamente a todas las comidas. Esto será importante por dos motivos. En primer lugar, gracias a poder consumir una mayor cantidad de platos, resultará más complicado tener déficit en alguna proteína o vitamina. En segundo lugar, un menú más variado, resultará mucho más atractivo, evitará que los más pequeños caigan en la monotonía y, por lo tanto, terminen rechazando ciertos platos por puro tedio.
No olvidar el aspecto educativo
Por último y como colofón final, el catering debe de ser educativo. Esto quiere decir que se tiene que enseñar a los más pequeños los hábitos más saludables de la comida. Esto incluye el enseñar a masticar bien los alimentos, educar a que no es bueno comer con prisa y tratar de aprender mejor lo que se está comiendo y el porqué. Toda esta información resultará interesante para los más pequeños y marcará en una gran medida las rutinas de su mañana. La alimentación, como la educación, requiere de una buena base para que pueda progresar con el tiempo. Cuando se trata de un aspecto tan importante como esto, no podemos dejar la alimentación de nuestros hijos en manos de cualquiera, debemos de interesarnos por saber que es lo que comen y de que manera lo hacen.