El sueño, el humor y hasta la percepción de la realidad se altera cuando se acercan los días previos a un examen. Mejorando la concentración, se evitará el estrés y se podrá sacar el máximo partido a las horas dedicas al estudio de una materia determinada. La concentración, como sucede con un músculo, se puede ejercitar y entrenar en aras de que trabaje mejor en nuestro propio beneficio. Para concentrarte, necesitas mejorar dos aspectos básicos. Por un lado, lo que se conoce como autorregulación mental, consistente en entrenar tu mente para centrar la atención y mantenerla y, por otro lado, controlar los factores ambientales, asegurándote de que las condiciones de ruido, iluminación y personal son las adecuadas para ti. El objetivo es evitar el mayor número de distracciones posible.
Métodos para mejorar la concentración al estudiar
De entre los diferentes métodos para mejorar la concentración al estudiar, podríamos destacar los siguientes:
El Método de los 120 segundos
Para llevar a cabo este ejercicio es preciso tener delante un reloj analógico con segundero. Antes de comenzar este ejercicio, debes de estar relajado y mantener tu mente despejada y libre de preocupaciones. Acto seguido, presta toda tu atención a la aguja que marca los segundos. Deberás seguirla de manera visual alrededor de toda la esfera del propio reloj. Deberás seguirla durante dos minutos exactos. Cumplido este tiempo, cierra los ojos, no pienses en nada y vuelve a empezar hasta que completes los dos minutos. Este ejercicio deberás practicarlo, al menos, una vez al día.
La técnica de la araña
Este método recibe dicho nombre debido a un fenómeno concreto. ¿No te has fijado que cuando das con una pequeña rama a la tela de una araña, este insecto se aproxima para comprobar qué es lo que ha pasado? Si repites esto una y otra vez, llegará un momento en que la araña dejará de prestar atención a esta llamada y la ignorará. La idea es que incorporemos este comportamiento a nuestra forma de proceder a la hora de estudiar. Y, es que, podemos enseñar a nuestra mente a ignorar las distracciones externas. Para evitar que, por ejemplo, el sonido de la televisión de unas habitación cercana, el ladrido de un perro en la calle o cualquier otro sonido te pueda distraer, has de entrenar tu mente en varias ocasiones, al margen de tus horas de estudio. Así, por ejemplo, si acudes al cine, procura ignorar a la gente que tose o murmura y céntrate en la película. O, por ejemplo, mientras hablas con alguien, céntrate en la conversación y olvida todo lo demás.
Estudio con mindfulness
Tal y como se deriva de la filosofía mindfulness, has de implicar toda tu mente en la tarea que estás haciendo. Así, por ejemplo, mientras estás comiendo, que no te distraiga la televisión. Céntrate en los colores y el sabor de la comida. Aplica esto mismo al estudio. Cuando prestas toda tu atención a las palabras que estás leyendo y focalizas tu atención en comprender su significado sin que nada externo te distraiga, lograrás la mejora en la concentración que tanto necesitabas.
El reparto de las preocupaciones
¿Eres incapaz de concentrarte porque no dejas de pensar en lo que ha sucedido en casa o la bronca que te ha lanzado el profesor? Para alejar estas preocupaciones, sería recomendable que te tomaras un momento al día para centrarte en este tipo de cuestiones.
Los simulacros de examen
Para probar al máximo tu nivel de concentración, has de prepararte como si fuera el mismo día de la prueba. De esta forma, podrás someterte al estrés que te despierta este tipo de retos y así puedas visualizarte el día de la prueba oficial. En el caso de que sea un examen oral, hecha mano de alguien que tengas al lado para que te haga las preguntas y te pruebes a ver cómo responderías o marcar el tiempo que tardarías en completar la prueba.
La técnica del Aquí y Ahora
Cuando tengamos en mente un proyecto de grandes dimensiones, para mejorar la concentración al máximo, es de vital importancia dividir el trabajo en pequeñas metas y objetivos podremos caminar sobre seguro. Muy diversos estudios confirman que las personas no pueden centrarse en más de siete elementos al mismo tiempo. Por eso mismo, hemos de marcarnos pequeñas metas y atacar poco a poco a cada una de ellas. Hemos de imaginarnos este reto como ascender una escalera. Hasta llegar al final del camino deberemos de recorrer muy diversos escalones. Hemos de superar estos pequeños obstáculos hasta alcanzar el objetivo final. No hemos de obsesionarnos con el futuro puesto en el examen, sino en el presente y en la forma que solventamos los pequeños objetivos que nos hemos ido marcando.
Otros consejos
Para mejorar la concentración, hemos de seguir otras ideas que nos ayudarán a solventar la preparación de un examen: -Hemos de evitar mezclar muy diversas materias en una misma sesión de estudio. Se ha de procurar, mezclar las que sean comunes. Así, por ejemplo, en lugar de estudiar Historia y matemáticas, fusiona historia con literatura. -Nadie estudia más de una hora sin perder concentración. Por eso es primordial realizar descansos de cinco minutos entre sesión y sesión. -Precisas de un sueño reparador para mejorar tu concentración. Duerme un mínimo de 8 horas. A pesar de que es muy común, no estudies hasta bien entrada la madrugada, porque los recuerdos de lo estudiado pueden ser algo difusos. Si quieres ampliar la información sobre hábitos de estudio, te recomendamos leer nuestro artículo "Trucos para mejorar la memoria al estudiar" ¿Qué otros métodos para mejorar la concentración incluiríais vosotros?
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