

Las principales causas del fracaso escolar son los trastornos emocionales y del aprendizaje. En los alumnos de Educación Secundaria y ESO el más frecuente es la desmotivación. Muchos de estos alumnos carecen de un hábito de estudio, no saben organizarse, desconocen las técnicas de estudio y presentan una serie de problemas de comprensión. En otras ocasiones, lo que falla es su base de conocimientos, que se demuestra insuficiente para afrontar los objetivos marcados por el plan de estudios.
La reacción de los padres es vital para encauzar al alumno. Muchos toman como primera medida el castigo; después buscan la ayuda de academias o profesores extras. Otros, humillan al menor, aumentando el grado de inseguridad de éste; o incluso después de la bronca se desentienden del problema, abandonándolo a su suerte. Los expertos señalan que lo mejor, antes de tomar cualquier decisión, es preguntar y escuchar al niño, teniendo también muy en cuenta la opinión de educadores y tutores escolares.
¿Qué hacer ante un caso de fracaso escolar?:
- Primero entender y aceptar que el niño tiene un problema.
- Mostrad interés para ayudar al niño a buscar la respuesta a sus preguntas. Hacerle los deberes no sirve de nada. Es necesario potenciar la confianza en sí mismo sin machacarlo con la idea de estudiar, no transmitirle mensajes negativos y celebrando sus avances.
- Enseñarle a utilizar las técnicas de estudio adecuadas a su persona, organizar su tiempo de estudio en casa,
- Ayudadle a decidir la carrera o profesión que quiere estudiar, esto se convertirá en una motivación extra para el alumno, algo de lo que están muy necesitados a su edad.
El apoyo de la familia es vital en estos casos, pero debe estar acompañado de un buen sistema educativo que ayude a detectar el fracaso escolar y a superarlo.
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