Sin embargo es muy importante enseñar a los niños a perder, que sean conscientes que en la vida no siempre se gana y que aprendan a gestionar estas emociones. A continuación os vamos a dejar unos consejos para lograrlo.


¿Cómo hacer que un niño aprenda a perder?
Cuando juegues con él déjale que pierda. Hay muchos padres que cuando juegan con sus hijos en casa les dejan ganar, creyendo que con esto lo que hacen es mejorar su autoestima, pero nada más lejos de la realidad.
Es importante que conozcan la sensación de perder y aprendan a manejar la sensación de frustración. Si haces que tu hijo gane siempre, cuando sea más mayor no sabrá gestionar estas situaciones y se frustrará fácilmente.
Enséñales que lo importante es participar y disfrutar de la experiencia. Da ejemplo, cuando juegues con ellos y pierdas tú, tómalo con humor, ríete y hazle entender que el objetivo es divertirse con la experiencia.
Al mismo tiempo recuerda que tu hijo te observa siempre, así que en tu vida diaria no muestres reacciones muy negativas delante de él cuando tengas un contratiempo o, por ejemplo, cuando tu equipo preferido pierda un partido.
Tienes que trasmitir la idea de que perder no es algo negativo. Anímale también cuando pierda y no sólo cuando gane. Tienes que animarle por el esfuerzo realizado, decirle que estás orgulloso por el empeño que ha puesto y todo lo que se ha esforzado.
Si tu hijo percibe tu comprensión y empatía no se sentirá mal por perder. Y recuerda siempre darle ejemplo con tus actitudes en el día a día. Inculca la perseverancia. Es importante que le enseñes a no rendirse, tiene que aprender que porque haya perdido no tiene que abandonar, que debe asumir su derrota y seguir esforzándose para poder ganar en el futuro.
Tiene que aprender que a veces llegar a la meta cuesta y que aunque tropiece por el camino es importante que aprenda a levantarse y continuar esforzándose hasta lograr su objetivo.