

Uno de ellos es el del ámbito del estudio. Se sigue todavía imprimiendo apuntes y temarios para los alumnos y buscando más información sobre imprentas que lo hagan bien y en tiempo, porque los beneficios de estudiar en papel siguen estando por encima de otros dispositivos inteligentes. Un estudio de la University of Leicester en Inglaterra lo afirmaba en 2012 y, también con fechas anteriores, se ha demostrado que dispositivos como el IPAD o similares retrasan la lectura cerca de un 10 %. Además, el hecho de poder subrayar manualmente o utilizar en el empeño distintos colores, ayuda más, no sólo a memorizar, si no a comprender mejor los conceptos que se deben saber. La interacción con el papel siempre va a ser más fuerte que con cualquier dispositivo electrónico, si bien en muchos casos animan a utilizarlos para evitar también el derroche de papel que a veces se realiza de forma inconsciente. En este contexto cada vez se cuentan con menos equipos en los despachos y se manda a imprimir fuera para evitar un uso inadecuado de la impresora y para que todo aquello que se ha de imprimir sea hecho de manera profesional. Entonces, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar una imprenta? A continuación, destacaremos algunos de los aspectos que se deben tomar en consideración a la hora de elegir.
- Cumplimiento de plazos. Es importante que se cuente con la entrega del material en los tiempos solicitados para evitar cualquier problema. Este aspecto es quizá uno de los más valorados y que genera mayor confianza y mejor experiencia.
- Tan importante es entregar en plazo como hacerlo bien, siguiendo las indicaciones que se han dado. Si el trabajo que hay que imprimir tiene alguna característica especial que requiere de otro tipo de gramaje de papel o alguna particularidad, que sea trasladado exactamente como se pide es vital.
- Forma de trabajar. Para materiales gráficos es importante que se hagan pruebas y se pueden validar los ferros previamente para no llevarse sorpresas una vez esté el material en circulación.
- Transparencia. Si en un momento dado la imprenta tiene mucho trabajo y no puede realizar la tarea encomendada, se valora más que se sea informado y no que se comprometa a hacer algo que no puede cumplir. La relación con el cliente es, muchas veces, lo que marca la diferencia.
- Precio. Este aspecto es importante también pero no es el prioritario porque está unido a la calidad y al trato que se recibe. La famosa relación calidad – precio debe ser la adecuada.
- Experiencia y recomendaciones. Normalmente este aspecto es el que funciona como primera toma de contacto. Que alguien en el que confiamos nos recomiende una imprenta ya es llevar la mitad del trabajo de decisión hecho, ya que se deduce que funcionará bien.