

Las administraciones públicas tienen más necesidad de personal que capacidad para formarlo por lo que no es de extrañar que la demanda de cursos de formación profesional en el sector privado esté aumentando de forma considerable en los últimos años.
Algo curioso que se da sobre todo en tiempos de crisis es que, mientras hay recortes en el sector público (se reduce el número de funcionarios y la cantidad de plazas a las que acceder mediante oposición) a nivel de las administraciones, en la sanidad ocurre exactamente lo contrario.
La salud no puede esperar, no entiende de crisis y no es algo que se pueda aplazar en el tiempo hasta mejorar la situación económica. Los auxiliares de enfermería, los celadores, personal de cocina, etc., cuentan con unas bolsas de trabajo en constante movimiento. Las ofertas de empleo en sanidad y salud son constantes y la rotación del personal garantiza cierta estabilidad.
Lo de obtener una plaza fija ya es algo mucho más complicado, sobre todo en las categorías más altas del personal. El hecho de tener que aprobar una oposición tira por tierra las esperanzas de muchos que han perdido la confianza en encontrar así el trabajo.
Si bien las bolsas de trabajo están en constante movimiento es importante conseguir los suficientes puntos como para encontrarse en una buena posición a la hora de intentar acceder a una plaza. Los que ya cuentan con una formación. a través de cursos de FP, tendrán que perfeccionar otras áreas que les ayuden a mejorar su calificación profesional en busca de la tan ansiada plaza. Las lenguas autonómicas, inglés, francés, cursos de reciclaje, cursos de formación complementaria, etc. pueden ayudar en este sentido.