A menudo las relaciones familiares entre padres e hijos no son fáciles pues surgen disputas y la propia convivencia genera conflictos. Pero, la mejor manera de llevar las situaciones es mediante una escucha activa y una confianza desde que nuestros hijos son pequeños. Los padres deberían de mostrar interés y fomentar la comunicación con sus hijos. Sólo mediante el ejemplo, los niños podrán tener una actitud recíproca.
Cómo mejorar las relaciones familiares entre padres e hijos
-Cuando hay comunicación en las relaciones familiares, confianza e interés, entonces se creará un clima adecuado, lleno de armonía, comprensión y afecto. No debe de faltar el respeto mutuo, los elogios por el esfuerzo, y el diálogo.


-La forma en la que se dicen las cosas también van a ser primordial en las relaciones familiares. A la hora de intercambiar puntos de vista o inculcar valores se debe hablar desde el respeto y el entendimiento, nunca hay que infravalorar la actitud del otro miembro de la familia, reprocharle su forma de actuar o hacerle sentir mal en definitiva.
-Los tonos de voz van a ser muy importantes en las relaciones familiares. No deben de ser fuertes, agresivos o burlescos. Lo adecuado es utilizar un tono de voz claro, modulado, armonioso y que transmita confianza. Las palabras empleadas deben de ser adecuadas y con respeto.


-Las relaciones familiares entre padres e hijos deben de revisarse cuando no hay confianza y se crea un ambiente hostil. La forma de mejorar las relaciones es mediante el diálogo y evitando las críticas, los juicios prematuros o las comparaciones con otras personas.
-Se trata de comprender la individualidad y las características de cada uno, solucionar los diferentes problemas que se presentan. Para mejorar hay que comprender las actitudes de la otra persona.
-Cuando se mantienen conversaciones dentro de las relaciones familiares entre padres e hijos es fundamental no evadir las preguntas o los temas a tratar. Todas las dudas deben de ser aclaradas en el momento preciso sin dejar lagunas.