Lo normal es que el entrevistador quiera saber algo sobre tus planes en la empresa y tus metas. En estos casos, lo ideal es que dejes claras tus aspiraciones, pero no es necesario que lo hagas desde un punto de vista muy concreto. Basta con que hables de algunas de tus metas profesionales en sentido genérico. Se trata de que vean que valoras positivamente que el puesto te dé opciones de ascender. No tengas miedo de parecer ambicioso, las empresas buscan gente que quiera superarse a sí misma.
Otra pregunta muy común es que expliques por qué quieres trabajar con la empresa.Para responder correctamente a esta pregunta no se debe decir cosas vacías, hay que dar datos concretos que muestres que conoces la empresa y el sector en que trabajan.
Al entrevistador le gusta que seas tú quien explique brevemente por qué te deben contratar, por eso es importante que demuestres tu entusiasmo por el puesto ofertado y que resumas brevemente tus habilidades para esa plaza en concreto. Apunta a todos esos factores que te hacen diferente del resto de tus competidores.
Lo frecuente es que después de la anterior pregunta la siguiente esté relacionada con tu sueldo y las expectativas económicas que tienes. No te vendas barato pero tampoco pidas algo desorbitado. Lo ideal es que estudies el salario medio del sector y que les ofrezcas un importe estimado o un máximo y un mínimo para que vean por dónde van tus ideas salariales.
Conociendo un poco estas respuestas podrás afrontar una entrevista de trabajo sin nervios y con las ideas claras, algo que sin duda ayudará a la persona que se encargue de la selección de personal.
