Se trata del salario emocional y no tiene nada que ver con pagas extras, pluses por objetivos, dietas o cantidades en metálico que engorden la cuenta en el banco a final de cada mes. Vamos a ver en detalle en qué consiste.


¿Qué se entiende por salario emocional?
El salario emocional lo componen una serie de ayudas que las empresas brindan a sus trabajadores para que estos dispongan de más tiempo para su vida personal, más tranquilidad, menos estrés y, en resumen, tengan una mayor calidad de vida. Algo, que al final se traduce en un mejor y mayor rendimiento en su actividad laboral.
En ciertas épocas del año como el verano o la Navidad, el salario emocional cobra todavía más importancia para muchos trabajadores que son padres y que deben cumplir con sus obligaciones laborales a la vez que tiene que atender a unos hijos que esos días disfrutan de su periodo vacacional.
Algunas empresas ponen en marcha servicios para atender a los hijos de sus empleados llevándoselos de excursión, poniendo en marcha campamentos, o contratando a personal cualificado que se haga cargo de los más pequeños mientras sus padres siguen trabajando con toda tranquilidad. Estos servicios, en la mayoría de los casos, están mejor valorados por parte de los empleados que una pequeña subida de sueldo.
La nueva cultura empresarial busca en el salario emocional un acicate o motivación para que sus trabajadores desarrollen su labor de forma más distendida, productiva y satisfactoria. Con él, todos ganan.
La flexibilidad horaria, la formación continua y un entorno agradable de trabajo son otras de las formas que adopta el salario emocional. El empresario debe ser consciente que la satisfacción de sus trabajadores se verá reflejada en la cuenta de resultados de la empresa.
Debemos tener en cuenta que de media pasamos en torno a un tercio de nuestra vida trabajando y el dinero, aunque muy importante, no es todo. Cada vez mas trabajadores tienen en cuenta este tipo de factores añadidos a la hora de interesarse por una oferta de trabajo. Aunque los empresarios deben ser conscientes que este tipo de medidas nunca podrán sustituir a un salario bajo, se trata de un incentivo que beneficia a ambas partes.
Por eso, poco a poco, el conocido como salario emocional va ganando terreno en un mercado donde las empresas cada vez se dan más cuenta de que los empleados necesitan de cierto apoyo no monetario para conciliar su vida laboral y la familiar. Además, buscan convertirlo en un estímulo que ayude a mantener a un gran número de sus trabajadores más unidos y vinculados que nunca a sus empresas.