

Los jóvenes no quieren estudiar para ser maestros o profesores porque no se valora la profesión y uno de los engranajes de este círculo lo constituye el bajo salario.Esto redunda en un problema largo y tendido: Para ser profesor titulado se debe estudiar mucho, una vez recibido debes trabajar mucho para ganar poco o no lo suficiente. O bien una vez recibidos no tienen tiempo para seguir estudiando una especialización o posgrado.
Además está demostrado que la tarea docente es una tarea que produce bastante desgaste psicológico en el maestro o profesor. Y quizá sólo quienes viven o han vivido la experiencia de dictar clases frente a un grupo sepan cuan cierto es.
El hecho del bajo salario docente trae la desprofesionalización de los mismos y la reducción de la calidad educativa ofrecida por las instituciones. Los profesores recurren a tomar más horas de las que son saludablemente recomendables para ganar un mejor salario lo que trae como consecuencia un deterioro del resultado obtenido tras la acción educativa. Todos se quejan y con razón, hasta los padres tienen razón de protestar acerca de que sus hijos tienen profesores fantasmas, apurados, que corren de un lugar a otro y que no tienen tiempo para atender bien a sus alumnos.
Son menos los estudiantes que optan por formarse como profesores; se recurre al dictado de clases por personas no capacitadas debidamente; la comunidad formada por el alumno y su entorno pierde valoración hacia el docente porque al no estar bien formado no logra establecerse como tal en el aula y en definitiva esto redundará en un empeoramiento general y a modo de círculo vicioso del acto educativo.
Cabe señalar que un docente no sólo debe conocer mucho de lo que va a enseñar sino conocer mucho de otras disciplnas anexas que corresponden a la rama de las ciencias de la educación. Estas disciplinas no son para nada despreciables sino que tienen tanto peso como el saber lo que se va a dar; entre ellas está la didáctica, una herramienta tan eficaz como difícil de adquirir sino es a través de la práctica, la reflexión y la investigación en el aula.
Muchos países han tomado medidas para corregir o evitar mayores deterioros, extendiendo la formación docente, otorgando becas de estudio o mejorando el salario, pero la gran demanda educativa de la sociedad no para crecer minimizando el resultado de los buenos esfuerzos en ejecución y replanteando un problema, desde sus raíces, difícil de resolver.
A modo de promedio, los salarios de los maestros y profesores decrecen a medida que recorremos la siguiente lista de Países: EEUU (aprox. U$S 1500), España (aprox. U$S 1300), Sudáfrica (U$S 470) y Argentina (U$S 300) por lo que se conoce como unidad docente que equivale a las 4 horas reloj de clases. De más está decir que dictar 4 horas reloj de clases requiere un esfuerzo mayor que 4 horas de otras tareas como ser adiministrativas o ventas, por ejemplo.