

Con este proyecto, los responsables de educación de la Unión Europea buscan la forma de medir factores como la calidad de la educación en el viejo continente o la calidad de los profesores, con el objetivo de aumentar la transparencia y garantizar que los jóvenes europeos tengan más información a la hora de tomar la importante decisión sobre qué estudios cursar. Las primeras universidades europeas se encargarán de cuidar estos aspectos.
Desde Bruselas afirman que el hecho de tomar esta decisión con la mayor cantidad de información posible sobre la calidad de los centros y el profesorado es vital para posteriormente acceder al mercado laboral en las mejores condiciones posibles.
El proyecto puede tomar forma después de conocer que, a día de hoy, sólo hay 28 institutos de educación superior y universidades europeas entre los 100 mejores del mundo. De los 28 europeos, sólo dos son españoles.
Para calcular datos como la calidad de los profesores se tendrán en cuenta otros como el número de licenciados que finalmente logran acceder al mercado laboral y en qué circunstancias, el grado de internacionalización del centro educativo o el grado de vinculación del mismo con el resto de la sociedad. Las primeras universidades europeas estarán al tanto de estos detalles.
La Unión Europea quiere que esta iniciativa sea llevada a cabo por un ente externo e imparcial y para ello será adjudicada en concurso público a finales de este mismo año.
La Comisión Europea de Educación advierte de que en aproximadamente diez años el 35% de todos los empleos en la Unión Europea requerirá una cualificación de nivel superior. De ahí su interés en modernizar la educación superior, aumentar el número de graduados, mejorar la calidad de la educación e involucrar a las instituciones educativas para que ayuden al resto de la sociedad a salir de esta dura crisis reforzados.
Los Estados miembros de la Unión ya se han comprometido a aumentar de media al menos hasta el 40% el número de estudiantes universitarios (España hasta un 44%) y de otras ramas de educación superior. Para facilitar este proceso se hará especial hincapié en mejorar y asegurar la movilidad de los jóvenes o reforzar la relación entre las primeras universidades europeas y el sector empresarial.