Mobbing es un término inglés que puede traducirse al castellano como acoso u hostigamiento, en este caso aplicado al ámbito laboral, para describir situaciones en las que un sujeto se convierte objeto de acoso y ataque sistemático durante bastante tiempo, siendo sometido por éste o por alguno de sus miembros (con el visto bueno del resto), a una persecución que le va a producir trastornos de salud, tanto física como psíquica, importantes, siendo necesaria en la inmensa mayoría de los casos la asistencia de un profesional médico y de un psicólogo.
El objetivo de los que practican el mobbing es anular totalmente a su víctima para conseguir a medio o largo plazo que ese compañero decida abandonar la empresa, reduciendo al máximo su capacidad de comunicación y de trato con el resto de compañeros, eliminando sus responsabilidades, y dirigiendo contra él críticas y mentiras sin fundamento sobre su actividad laboral e incluso sobre su vida privada.
El resultado de esta práctica es definitivo ya que la persona objeto de acoso pierde su autoestima, ve reducidas sus capacidades laborales, desaparece la capacidad de relacionarse con su entorno laboral y se autodestruye moralmente. Este es un tipo de agresión extremadamente sutil a la vez que retorcido y perverso, ya que se trata de un comportamiento preestablecido y su máximo afán es hacer daño, un daño que en algunos casos es irreversible.
¿Por qué comienza el mobbing?
Las principales razones suelen ser los celos y la envidia, no sólo centrada sobre los bienes materiales de la víctima, sino sobre sus cualidades personales (inteligencia, saber estar, capacidad de resolver problemas…).
El mobbing se produce sobre todo cuando se incorporan nuevos trabajadores jóvenes y muy preparados que pueden representar una amenaza a nivel profesional para el acosador. También es habitual que se produzca porque la víctima sea sencillamente diferente respecto al resto del grupo (color de piel, mujeres jóvenes, embarazadas u homosexuales).
En este tipo de acoso laboral se suelen dar cuatro fases diferenciadas:
Evitar el mobbing no es tarea fácil, pero se logran buenos resultados a través de una adecuada organización del trabajo y de la puesta en práctica de los instrumentos necesarios para prevenir, regular y, en su caso, sancionar problemas interpersonales entre los trabajadores.
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