Y no solo a nivel profesional, si no más bien dentro del ámbito personal, ya que, desde niños, parece ser un tema que se pasa por alto. El lenguaje corporal o el lenguaje no verbal son formas verdaderamente válidas de expresarnos que, además, utilizamos cada día sin darnos cuenta.


Y, lo cierto es que, en muchas ocasiones de la vida, el lenguaje corporal influye en nuestras decisiones mucho más de lo que pensamos. A pesar de que en la escuela o el instituto (e incluso en muchas universidades) este es un tema que se pasa por alto, la verdad es que existe una necesidad real de reflexionar y conocer el lenguaje no verbal desde que somos niños y utilizarlo en nuestro favor para gestionar todo tipo de relaciones emocionales que nos vayan surgiendo a lo largo de nuestra vida.
Por todos estos motivos, en el día de hoy queremos ahondar un poco más en este tema que parece tan descuidado, acercándonos a la verdadera importancia que tiene esta cuestión sobre la vida de todos y analizando también algunas de las claves del lenguaje corporal que más conviene conocer.
¿Por qué es tan importante gestionar nuestro lenguaje no verbal?
Para comenzar a hablar sobre este tema es importante aclarar qué es exactamente el lenguaje no verbal y por qué es algo tan relevante para nuestro desarrollo como personas.
En primer lugar es necesario saber que el lenguaje no verbal, que a menudo asociamos a nuestro lenguaje corporal, es una forma de expresarnos bastante más natural y primaria que el lenguaje verbal. Pensémoslo de la siguiente manera; cuando somos pequeños y todavía no hemos aprendido a hablar, existe una fase dentro del aprendizaje del lenguaje en el que somos capaces de emitir sonidos con nuestro cuerpo, señalar algo que queremos o, incluso, mostrar enfado sin saber expresar una palabra.
En este sentido, el lenguaje no verbal es un tipo de expresión mucho más intrínseca a nostros de lo que pensamos. Y, además, en este punto reside la clave de la grandísima importancia que tiene el lenguaje no verbal en nuestras vidas desde el inicio de la misma.
El lenguaje no verbal es uno de los tipos de comunicación más importantes que tenemos a nuestro alcance y, por este motivo, es también de suma necesidad aprender sobre él y sobre cómo gestionarlo.
Lenguaje no verbal y comunicación verbal
Una vez que hemos entendido hasta qué punto forma parte el lenguaje no verbal en nuestra vida desde que somos niños, el siguiente punto a tener en cuenta es cómo interactúa este tipo de comunicación con otra de las comunicaciones que llevamos a la práctica cada día: el lenguaje verbal.
A pesar de que podemos pensar que el lenguaje verbal es la base de toda nuestra comunicación, lo cierto es que los estudios han demostrado que más de un 90 por ciento de lo que transmitimos lo hacemos a través del lenguaje no verbal. Ahora bien, esto nos lleva a pensar lo siguiente: si la mayor parte de lo que transmitimos lo hacemos por un medio que no controlamos como es el lenguaje no verbal ¿cómo de eficientes son nuestras comunicaciones?
Como se puede observar, es indispensable conocer algunas de las técnicas básicas de comunicación no verbal para poder explorar una comunicación verbal y corporal que sea eficiente, coherente y esté cohesionada.
Las principales claves del lenguaje no verbal
Para controlar los principales aspectos que dominan el lenguaje no verbal lo más relevante es tomar conciencia de nuestros propios gestos, potenciarlos y naturalizarlos para que no se vean sobreactuados. Al fin y al cabo, todas estas claves están pensadas para potenciar nuestras habilidades sociales y comunicativas, por lo que también se deben conocer y practicar para obtener de ellas los mejores resultados.
Sonrisa interna
Este es un término muy utilizado en el sector de la comunicación no verbal. La sonrisa es contagiosa y, además, propicia que nuestro mensaje cale de manera más efectiva. Pero no vale solo con sonreír forzadamente, conviene trabajar lo que denominamos sonrisa interna o sonrisa interior, que parte desde nosotros mismos hacia afuera. Así, si por dentro estamos contentos y a gusto con nosotros mismos, esto se convertirá a su vez en una sonrisa externa que transmitiremos a toda nuestra audiencia.
Explora tu cuerpo en busca de opciones
Tanto si vas a estar de pie hablando como si lo vas a hacer sentado, es necesario que explores las capacidades de tu cuerpo para expresarse. Por ejemplo, si vas a estar hablando de pie, es importante soltar todo el cuerpo, dejarlo relajado y acompañar nuestro discurso con movimientos naturales tanto de nuestras manos como de cualquier otra parte del cuerpo, desplazándonos incluso para aportar mayor naturalidad.
Controla tus manos y controlarás el mundo
La última de las claves sobre las que queremos hablar en el día de hoy es sobre el control de las manos. Incorporar nuestros propios gestos y potenciarlos para enfatizar ciertas partes de nuestro discurso puede ser verdaderamente eficaz, por ejemplo, para puntualizar, enumerar o marcar diferencias.