La integración de niños con necesidades educativas especiales en las aulas está muy bien regulada por las Leyes de Educación; pero la realidad es muy diferente, ya que diversas circunstancias como la falta de preparación docente, el desconocimiento de ciertos desórdenes neurológicos, la situación económica y la falta de sensibilización en algunos sectores frena muchas posibilidades para estos niños.
La discapacidad en niños y jóvenes es un factor que siempre implica una adaptación de los contextos en los cuales se desarrolla su educación y esparcimiento. Por lo tanto, algunas recomendaciones pueden ayudarnos como padres o docentes a que estos niños tengan una mejor calidad de vida con las menores barreras posibles:
– La paciencia y la perseverancia son lo más importante. Fijarse un plan con objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo con la asesoría de especialistas según sea el caso.
– Los centros docentes tienen la responsabilidad de diseñar programas adaptados a estos niños. Esto debe solicitarse formalmente.
– Las exigencias y rendimientos deben hacerse según cada caso, ya que estos niños tendrán ciertas limitaciones en cuanto a desarrollar estudios o carreras, mientras que seguramente podrán ser muy buenos en oficios cualificados. Otros tendrán una vida diferente en la que lo más importante es adaptarse al medio y poder ir superando las diferentes etapas de su vida de la mejor forma posible.
– Las personas que trabajen con el niño o niña deben estar muy bien formados y preparados para realizar estas funciones. De igual forma, los padres deben buscar toda la información que les sea posible para poder comprender la situación que tienen y cómo ir saliendo adelante con sus vida y la de sus hijos.
– Debemos motivarles a través de la alegría y objetos que les llamen la atención. Otros niños de la clase pueden colaborar con canciones, juegos, etc.
– Al principio, el trabajo tiene que ser en períodos cortos para que no se canse y pueda ir asimilando los conceptos. Siempre que se pueda debe salir con la especialista para la introducción de ciertos conceptos según la capacidad.
– Cuando han obtenido éxito y se les reconoce, tienen más disposición y más alegría para realizar las asignaciones.
– Muchas tareas al mismo tiempo pueden confundirle o agobiarle. Debemos permitirles aprender dentro de su propio proceso y que puedan ir según su propio ritmo, pausado pero seguro.
– No se les debe sobreproteger, es mucho mejor adaptar las circunstancias para que sientan seguridad y tranquilidad.
– Nunca se le debe forzar a que realice las actividades, ya que entonces se negará y se pondrá de mal humor.
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– La experiencia es muy importante para que perciba por sí mismo las consecuencias de lo que hace.
– Enseñar al resto de los niños de la clase cómo se debe actuar en general con los niños especiales: formas de hablar, jugar, tocar, etc. les dará una mayor conciencia de la importancia de aceptar a las personas tal cual como son y respetarles al máximo.
Tener niños con educación especial en el aula es un poco costoso cuando no tienes conocimientos de como enseñarles