

Se ha asumido por múltiples razones, que la maternidad es una vía segura de protección incondicional frente a circunstancias como el alcoholismo, las drogas, los cambios de parejas repetidas veces, el instinto materno, la empatía, etc. que las madres suelen tener por naturaleza propia.
Pero ¿Qué sucede con los padres? Suelen percibirse y ellos mismos sentirse incompetentes ante el cuidado y educación de los hijos. Sus madres les han cuidado a ellos y debe ser una mujer la que asume los de él.
Algunos consejos pueden serte de utilidad para realizar estas funciones, que en ti no serán tan instintivas pero pueden ser igual de eficientes, amorosas y acertadas:
- Sé un hombre honesto y trabajador. Los niños miran más el ejemplo que las palabras. La seriedad y el optimismo crean buenos ambientes de confianza y seguridad.
- No permitas que tu vida privada se interponga entre los niños y tú. Tus hijos deben ser una parte muy importante para ti y atenderles tal como se merecen es siempre lo mejor.


- No les mientas. Las mentiras siempre pueden ser utilizadas contra ti y dañar la relación. La verdad, bien dicha y sin lastimar, trae beneficios a la larga.
- Hazte con alguna pequeña agenda de bolsillo donde apuntes todas sus actividades complementarias y compromisos . Con horarios y nombre de instructores y mejores amigos. De esta forma, podrás controlar mejor ciertas situaciones.
- Ten a mano toda la información sobre seguros de salud o informes médicos, así como sus tarjetas de atención sanitaria y todo lo relacionado para que puedas atender cualquier urgencia que pueda plantearse.
- Visita su centro docente. Habla con sus tutores y mantente informado de sus progresos y rendimiento escolar.
- Si tus hijos son adolescentes querrán salir y compartir con otras personas distintas a su familia, intenta tener contacto con sus amigos, saber quiénes son sus padres y a qué se dedican. Esta información te dará un idea de los pasos que pueden estar dando.
- Planifica actividades al aire libre. Excursiones y paseos cortos los fines de semana y más largo en las vacaciones escolares. De esta manera, podrán compartir otro entorno y estrechar la relación.
- Reparte por igual las obligaciones de la casa. Todos pueden aportar ya que es responsabilidad de cada uno.


- Reúnete con otros padres y madres para que puedan intercambiar experiencias e información.
La realidad moderna es que muchas parejas han asumido, por igual, tareas del hogar, trabajos fuera de casa, educación y atención de los hijos, etc. Esta igualdad en deberes y obligaciones abre un nuevo camino para las relaciones entre hijos y padres; ya que permite al hombre desarrollar las habilidades necesarias para cumplir con estos objetivos, más que con la eficacia de la mujer, con la que necesitan los niños.