Por eso, el Gobierno intenta preparar un plan para que 600.000 jóvenes sin estudios (el 12% de ellos desempleados en la actualidad) se inserten en nuestro mercado laboral.


La idea es ofrecer programas formativos a los parados para que adquieran cierta cualificación que les ayude a encontrar un empleo. Para lograrlo, el Ministerio de Trabajo busca algún tipo de estímulo que pueda animar a estos jóvenes a participar en los programas. Se barajan dos posibilidades para animar a los candidatos: una sería dar una pequeña remuneración para incorporarse al programa y, la otra, sería la formación intensiva.
Lo de la remuneración parece más que descartado. Los graves problemas económicos que atraviesa el país, la cruzada en la que está metido el Gobierno para reducir el déficit, los graves desajustes presupuestarios de las Comunidades autónomas… hacen prácticamente inviable destinar una partida para financiar así el proyecto. En cuanto a la formación intensiva, se habla de un mínimo de 400 horas al año o el equivalente para periodos más cortos.
El objetivo es, además de formar a este colectivo para aumentar sus posibilidades ante un posible trabajo, sacar al mayor número posible de estos jóvenes de las listas del paro. Al no estar en disposición de aceptar un empleo, los servicios públicos no los consideran desempleados mientras dure el programa. Con una tasa de paro que roza el 21% de la población activa y casi cinco millones de desempleados, cualquier cosa que haga descender esas cifras sería interesante (en breve hay elecciones).
El Gobierno, que sigue intentando conseguir los apoyos de sindicatos y patronal, también está pendiente de la renovación del programa Prepara (ayuda de 400 euros para personas que participan en programas de formación).
Además quiere aprobar una nueva regulación del contrato a tiempo parcial que aumente la protección social y la flexibilidad de jornada para los contratos indefinidos, además del intento para que cualquier contrato temporal pueda convertirse en indefinido con despido más barato (33 días por año).