

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los padres es educar a sus hijos para que sean unas buenas personas y con un trato amable hacia los demás.
Si se les enseña desde que son pequeños a ser unas personas agradecidas y son capaces de decir "por, favor", "gracias" o tener gestos solidarios hacia los demás, les estaremos formando para que sean unas personas educadas.
La importancia de educar a los niños para que sean amables
Es muy importante ser agradable y amable con el resto de personas que nos rodean y tratar a los demás de manera que se sientan a gusto con nosotros y haciéndoles ver que nos preocupan. Es un aspecto que, como la gran mayoría, se trabaja desde la infancia y son los padres quienes deben de enseñar buenos modales a sus hijos.
Seguro que más de una vez has escuchado la frase de "trata a los demás como te gustaría que a ti te tratasen". Por esta razón, ser amable, sonreír, pedir permiso, tener buenas palabras, ceder el lugar o decir fórmulas de cortesía son aspectos que se deben inculcar a los niños con el ejemplo y la práctica diaria.


Para crecer como personas amables los padres deben de enseñar a los niños a ser amables y tener detalles positivos con los demás. Esto no sólo beneficia a las otras personas, ya que también tu hijo se sentirá feliz y al mismo tiempo el resto de personas querrán tener contacto con alguien que es amable como es lógico.
Prácticas para inculcar la amabilidad en los niños
Pues bien, las prácticas que pueden llevar a cabo los padres a la hora de inculcar el valor de la amabilidad en los niños son las siguientes:
-Cuando tengáis oportunidad y estéis en un comercio, banco o negocio, cede tu asiento a alguien en una fila. Del mismo modo, no olvides sostener la puerta si acabas de pasar y alguien viene o cedele el paso. No hay mejor manera de enseñar a tu hijo a ser amable que hacerlo con el ejemplo.
-Cuando alguien le regale algo al niño o le felicite por algo, tu hijo debe de decir "gracias". Igualmente, cuando tiene que pedir algo debe usar fórmulas de cortesía y no mostrar impaciencia en la medida de lo posible.
-En el supermercado, no olvides colocar el carrito de la compra donde estaba y si decides dejar algún producto también debe de volver a su lugar de origen. De esta manera, estás facilitando la tarea de los trabajadores y evitarás que otros compradores tengan que esquivar los carritos en el estacionamiento.
-Tratar de recordar los nombres de los demás. Es importante que tu hijo se aprenda los nombres de toda la familia y de sus amigos u otros niños que tiene ocasión de conocer. Es una forma de ser amable y mostrar interés hacia los demás.


-Intentar que nuestro hijo sea una persona abierta que se preocupa por las personas que le rodean. Por ejemplo, si un amigo de su clase está enfermo pues debemos incitarle a que le pregunte por su salud. Es un gesto de amabilidad que demuestra interés y empatía hacia el otro niño.
-En casa, para enseñar a los niños a ser amables, pueden aprender a tener detalles con sus hermanos y padres. Si alguno de los miembros de la familia necesita algo por enfermedad o no puede hacer todas las tareas que tiene que hacer un día, el niño puede ayudar con pequeños gestos: traer un vaso de agua al enfermo, dejar pan para el resto de su familia por ejemplo o ayudar con alguna tarea, entre otras.
Los niños que son más amables tienen más posibilidades de establecer unas relaciones sociales satisfactorias pues se preocupan por los demás y están dispuestos a ceder cuando sea necesario. Los propios niños experimentarán más la satisfacción y la energía.
De igual manera, serán personas más cariñosas, amables y serán aceptados socialmente en mayor medida. Además, el ser una persona amable es esencial para enfrentar las adversidades de la vida.
Muy bueno los consejosgracias!