

El principal problema al que se enfrenta este derecho es a los millones de personas que todavía siguen privadas de cualquier oportunidad educativa. Tanto niños como adultos se ven obligados a trabajar desde jóvenes por necesidad, desatendiendo su derecho a la educación debido a una gran cantidad de factores sociales, culturales y también económicos.
La educación, un derecho fundamental
Este derecho a la educación está intrínsecamente ligado a la pobreza, ya que una buena educación sirve como instrumento para poder salir de esta, ayudando a los niños a prosperar económicamente en el futuro y formar parte de un mundo mejor. Para lograr este derecho, es necesario que haya igualdad de oportunidades y un acceso universal a esta educación. Tanto las Naciones Unidas como La UNESCO disponen de obligaciones jurídicas de forma internacional que buscan promover y desarrollar estos derechos para que puedan llegar a las personas una educación gratuita de calidad. Así mismo, la UNESCO también cuenta con la labor de asistir a todos aquellos Estados en la elaboración de marcos jurídicos con los que puedan alcanzar una educación mucho más sostenible y de calidad. Por su parte, los gobiernos son los encargados de que estas obligaciones se cumplan, proporcionando por lo tanto una educación de calidad para todos.