

La mejor manera de enseñarles es mediante la muestra de los diferentes contenedores y las clasificaciones. Para empezar, sólo hay que determinar dónde están los centros recolectores más cercanos y fomentar el reciclaje constante.
La explicación es muy sencilla y se trata de decir a los niños que existen tres contenedores: el verde para envases de vidrio; el amarillo para envases plásticos y latas; y el azul para papel y cartón. No hay que olvidar comentarles que, además de estos contenedores, existen los puntos limpios donde se depositan otros residuos más peligrosos como pilas, aceites o electrodomésticos.
El método más práctico a seguir para reciclar con los niños es seguir las cuatro erres: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. La educación medioambiental supone que los padres también reciclan y se muestran cuidadosos con el reciclaje, la recuperación de materiales y la reutilización de envases y bolsas.
A la hora de reciclar los materiales hay que tener en cuenta de qué tipo son:
-Las telas: La ropa vieja que se quiere donar debe de estar limpia, planchada y hay que separar el nailon, poliéster e impermeables.
-Los plásticos: Hay que verificar qué tipo de plástico es y clasificarlo por familias. Pueden ser piezas enteras o parciales.
-Los vidrios: Deben de estar limpios y se debe de clasificar por los colores verde, ámbar y transparente. Hay que quitar las tapas, las roscas, las etiquetas o las arandelas. Debes de tener en cuenta que algunas botellas pueden ser entregadas nuevamente.
- Papeles y cartones: Debe de embalarse y atarse. Su estado no puede ser húmedo ni estar arrugado. También hay que hacer una clasificación de acuerdo a la tipología del papel (periódico, papel de oficina, cartulina, cartón, entre otros).
-Los metales: Las latas de aluminio y de acero se deben de comprimir. La separación debe de realizarse por metal (cobre, aluminio, acero, hierro).