

Entre los niños es frecuente que haya mucha crueldad y que algunos pongan motes a otros en relación con su físico o por ser "diferentes", lo cual hace mucho daño al niño que es objeto de burlas. A partir de los 8 años aproximadamente, los niños comienzan a tener percepción de su propia imagen y la de sus amigos también se vuelve importante.
Cómo ayudar a nuestros hijos a superar sus complejos
Cuando percibimos que nuestro hijo se siente mal por algún rasgo personal como puede ser una nariz prominente, unos kilos de más, unos granitos en la cara o su pelo entre otras, no debemos dejarle de lado ni decirle que tampoco es para tanto. Lo adecuado es que le digas frases como "siento que estés preocupado", "cómo te sientes" para que se sienta valorado y que nos importa su bienestar.


Cuando un niño pequeño sufre las burlas de sus compañeros de clase por algún rasgo físico, debemos de explicarle que cada persona es diferente y que cada uno de nosotros debemos valorarnos pues tenemos muchas cualidades y virtudes positivas. Además, hay que dejarle claro que cuando alguien se mete con ellos por su aspecto físico es para sentirse superior y son los que se burlan los que no actúan bien.
A veces, el complejo está motivado por una imagen distorsionada que nuestros hijos se crean de su propia imagen al compararse con otras personas. Hay que enseñarles a quererse y valorarse tal y como son, con sus virtudes y sus defectos. Nadie es perfecto y todos tenemos cualidades y aspectos que nos gustan menos.
Ante todo, se trata de enseñar a nuestros hijos que deben vivir de acuerdo a como son, a su forma de sentir y a sus gustos, sin que nadie tenga que juzgarles por ello, pues forman parte de la esencia personal de cada uno. Hay que decirles que cada persona les va a ver de una manera, para algunos será más guapo y para otros más feo. Lo que importa es que la gente le valore por su forma de ser.


Lo más importante a la hora de superar un complejo es hacerle ver al niño que debe quererse así mismo con sus virtudes y sus defectos y que, además, si su carácter es débil o inseguro, los demás lo perciben y es muy negativo de cara a sus relaciones sociales. Debe darse cuenta que tiene cualidades positivas y reforzar su autoestima para que tenga seguridad en sí mismo y nadie pueda hacerle daño ni le vean débil.
Del mismo modo, los padres como educadores deben pararse a pensar que ellos mismos son el ejemplo de sus hijos. Muchas veces, los padres son demasiado duros cuando regañan a sus hijos y les comparan con los demás, algo que es nefasto para su educación. Por tanto, es fundamental a la hora de educarles no destacar tanto sus defectos y ayudarle a superar los problemas. Importante es que el niño se sienta valorado en su familia tal y como es, pues le va a ayudar a quererse como es y a tener una autoestima sana.


Tampoco se trata de negarle los defectos y si bien es cierto todos tenemos aspectos físicos que nos gustan más y otros menos. Puedes ponerle ejemplos de gente que pese a tener un defecto físico ha triunfado. De esta forma, podrán ver el lado positivo.
Me pareció muy bueno en articulo quisiera saber el año de realización gracias