

Su preparación se asemeja a cualquiera que conlleve estudiar para un examen de inglés. Como bien sabemos, el estudio de un idioma no es algo que se realice de un día para otro. Requiere de un esfuerzo diario y de constancia.
Te recomendamos que adquieras un libro que tenga los contenidos del examen TOEFL. De esta manera te familiarizarás con la temática propia de este examen y te servirá de guía.
El listening, es decir, escuchar audio en inglés, tiene un peso importante en la prueba. Por tanto, es aconsejable que practiques con películas en inglés, la radio o la televisión para que tu oído se acostumbre al idioma. También se puede realizar esta práctica con personas nativas, a la par que conversas con ellas.
Seguramente en tu ciudad haya locales de intercambio de idiomas donde puedes acudir. Además, Internet también es un lugar de encuentro para practicar inglés.
Es muy importante que tengas asimilada la gramática. En este sentido, debes de trabajar y practicar con las expresiones idiomáticas, los adjetivos y los tiempos verbales.
El reading, es decir, la compresión lectora, puede convertirse en una tarea difícil si no identificamos las ideas principales del texto. Para practicar esta parte, te recomendamos leer en inglés artículos breves de diferentes periódicos y libros.
Dominar la escritura inglesa también es esencial. Comienza con unas 5 líneas hasta que poco a poco seas capaz de realizar textos más extensos. De esta manera, conseguirás pensar en inglés cada vez más.
Durante el examen, trata de contestar a todas las preguntas. Si tienes dudas con respecto a la respuesta correcta, trata de eliminar todas las posibilidades que percibes que son incorrectas. Es fundamental que distribuyas el tiempo para cada tarea.