En exámenes de inglés de tipo oficial, lo más frecuente es que el alumno tenga que hacer un monologo de 3 a 5 minutos sobre un tema de interés en la sociedad, así como una conversación con otros alumnos que se examinan.


Pues bien, el primer paso claro que hay que tener en cuenta es tener una preparación que nos permita ir seguros al examen. Nunca hay que confiar en la improvisación, ya que para ello hay que tener un nivel muy alto de inglés.
Se trata de aprender estructuras y frases en un contexto, interiorizarlas y manejarlas posteriormente en el examen. Para ello conviene memorizar frases o estructuras que se han visto durante el curso o propias del nivel que se estudia, en vez de vocabulario o palabras individuales que luego realmente, el alumno no sabe aplicar.
Una recomendación muy usual es buscar en Internet convocatorias anteriores de ese mismo examen y ver si somos capaces de prepararlo de forma segura. Los temas que hay que preparar en el monólogo se repiten a lo largo de los años por lo que no es complicado prepararse cualquiera de ellos. Normalmente son temas formales y que están en boca de la sociedad en el día a día.
Es efectivo escuchar inglés para mejorar la pronunciación. Pero no es suficiente, ya que la mejor forma de hablar un idioma es practicarlo. Es buena opción buscar un profesor nativo, quedar con amigos o personas que puedan echarnos una mano. Hoy en día, gracias a Internet se pueden organizar de forma gratuita encuentros con gente de habla inglesa. Otra idea es practicar el idioma con compañeros de clase y esto es útil también si el examen consiste en un diálogo. Así se conoce de ante mano cómo pronuncia el compañero y ver en qué puntos se puede mejorar la conversación.
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