

Todo el mundo tiene defectos. Cuando estás en una entrevista de trabajo y te preguntan acerca de ellos, lo que quieren es ver tu capacidad de reacción, de sinceridad y de autocrítica. Los especialistas en recursos humanos recomiendan responder con sinceridad siempre.
Si te preguntan por tus defectos es mejor ser honesto. Ahora bien, puedes hablar de tus defectos de manera positiva. Por eso es importante que pienses en aquellos defectos que pueden tener su punto positivo antes de lanzarte a contestar. Por ejemplo, puedes resaltar más bien tus puntos fuertes en vez de centrarte en las carencias en sí.
De todas formas evita pormenorizar demasiado y prepara la entrevista antes de acudir. Comienza a hablar del defecto, pero argumenta de qué manera tiene su lado positivo y que eres capaz de solucionarlos. Son estrategias que pueden servirte para que la empresa vea que eres consciente del defecto pero que también puede ser algo positivo.
La exageración también debes de evitarla. No se trata de que des la imagen de que eres el mejor trabajador del mundo y de que no tienes defectos. El exceso de confianza en ti mismo es igual de negativo que tener poca consideración hacia tus habilidades. Es mejor hacer ver a tu entrevistador que reflexionas y aceptas que puedes mejorar tus defectos.
En cualquier caso, es importante que mantengas la calma y que pienses bien tus respuestas. No te preocupes si consideras oportuno que haya un breve silencio.
No mientas sobre tus capacidades y sobre tus experiencias laborales pasadas. Recuerda que todas las experiencias en la vida tienen un aprendizaje positivo y expón a tu interlocutor en qué medida te han servido para afrontar nuevas oportunidades.