

Es incuestionable los beneficios que pueden aportar las películas de dibujos animados a nuestros hijos, pero también debemos de tener en cuenta que no todas las películas infantiles son adecuadas a nuestro hijo. Las enseñanzas que aprenden nuestros hijos a través del cine animado tienen su gran valía para ellos, y además les sirve de disfrute y entretenimiento.
Para ellos los comportamientos que tengan los personajes de las películas son una referencia y querrán imitarlos. Los aprendizajes que quieren trasmitir los creadores de este tipo de películas son en principio positivas, pero bien es cierto que hay películas que quizás tenga un mensaje que no sea tan saludable para nuestro hijo.
Hay que tener en cuenta la edad de nuestro hijo, no siempre están preparados para entender los mensajes que ven en ciertas películas, y en ocasiones pueden producirle dudas o incoherencias. El poder de las metáforas y la imitación tienen una enorme influencia en nuestro desarrollo psicológico, y en los más pequeños de la casa más aún.
No debemos presuponer que porque una película infantil o animada se proyecte en un cine o se pueda adquirir en un dvd, es beneficiosa para nuestro hijo, es importante ser consciente de los valores que queremos trasmitirle a nuestro hijo, y a partir de esto, ver si la película en cuestión se adapta a esto o no.
Los niños tienen que disfrutar del cine, pero tampoco debe convertirse en un recurso frecuentemente recurrente, ya que tampoco es bueno que estén constantemente visualizando películas, porque entonces aprenderán a relacionarse de una manera pasiva, es decir, recibiendo información, pero sin capacidad de expresión.
Es muy importante que en la educación de los más jóvenes se fomente y practique la expresión propia del niño, y por esto el abanico de actividades que debe realizar tiene que ser amplio y variado, no es conveniente pasar muchas horas delante del televisor sin capacidad de respuesta por parte del niño.