

Si queremos potenciar las destrezas particulares que tengan nuestros hijos debemos empezar por identificar cómo se siente realizando distintas tareas, tales como teatro, pintura, deporte, escritura, etc. Tenemos que identificar con qué actividades se siente más a gusto y las desarrolla con mayor pasión.
Esto no quiere decir que sólo realice la actividad que más le guste, sino que es aconsejable compaginarla con otro tipo de actividades, pero bien es cierto, que esa actividad podemos fomentarla al máximo en él para que desarrolle todo su potencial.
Una actitud de presión hacia el joven nunca es aconsejable, porque esto lo que hará será dificultarle más aún la tarea, la mejor opción que pueden tomar los padres es tomar una postura motivadora hacia su hijo, valorando el esfuerzo que realiza, consiga o no el objetivo deseado.
Los beneficios psicológicos y sociales que aporta la realización de cualquier actividad educativa en los más jóvenes son enormes, al ver que ellos por sí solos consiguen tener éxito en la consecución de una tarea, consiguen adquirir una seguridad en sí mismos tan necesaria en nuestras vidas. Por otra parte la autoestima no sólo se mantiene, sino que aumenta, ya que el niño se siente valorado y admirado por las personas que más le importan, su familia. También se consigue crear un vínculo padres-hijo de admiración y respeto que ayuda mucho en el desarrollo psicológico del niño.
La base de todo esto es la comunicación, con ella, lo que primero conseguimos es que el niño sea capaz de identificar sus propios sentimientos, qué siente en cada momento, y luego que los sepa expresar.
Los padres para fomentar la creatividad de sus hijos pueden atraer la atención de los mismos hacia determinadas actividades que se quieran fomentar, dándole importancia y proporcionando los materiales y el lugar adecuado para que se pueda realizar.


Otra forma de potenciar en el niño las ganas de realizar una tarea es “maquillarla” en forma de juego, ya que así los niños se sentirán atraídos a realizar incluso una tarea que a priori no les guste.
Con todo esto ayudamos a que se desarrolle más la imaginación en el joven, dejando libertad a su creatividad. A partir de la expresión, la creatividad, a través de la pintura, de los dibujos, incluso los especialistas pueden sacar rasgos y pensamientos ocultos de los niños, todo lo que pinten, la forma en que se expresen, nos está haciendo un mapa mental de cómo se siente el niño por dentro.
Para ser capaz de percibir todos estos mensajes ocultos que los niños nos mandan a través de su forma de expresión, hay que adquirir unas habilidades que no suelen tener los padres, pero sí que deberían estar presentes en los educadores, encargados de enseñar a nuestros hijos en los colegios e institutos.
Fuente imagen 1: flaivoloka
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Eres un crack!! Tu articulo me ha parecido bastante interesante todos los padres deberiamos tomar nota de ello.