

Con este anuncio se ha generado el debate sobre si, por este motivo, se reduciría la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de los 16 años a los 15 años.
Lo cierto es que no parece que esa vaya a ser la opción elegida, ya que el Gobierno debe ajustarse a la normativa europea, que no apuesta especialmente por la reducción de la edad de escolarización obligatoria.
De hecho, el Parlamento Europeo está estudiando numerosas medidas para evitar el fracaso escolar entre las que se encuentra el aumento de la edad de escolarización obligatoria de los 16 años a los 18 años.
Parece que los resultados de anteriores reformas a nivel europeo han puesto en evidencia el alto fracaso escolar que se da en muchos países de la Unión Europea. Para evitarlo no solo se apuesta por mantener a los jóvenes más tiempo en las escuelas, también se pretende crear centros que den otra oportunidad a aquellos que han dejado sus estudios antes de tiempo.
Sin duda, la línea de apoyo a la educación que plantea la Unión Europea dista mucho de los programas de recortes en educación que se están planteando en muchos países debido a la crisis.
Parece que empieza a ser necesario priorizar en materia educativa y no únicamente en otros aspectos. Salir de la crisis es necesario, pero no se puede obviar la formación de la población.
La búsqueda de empleo se hace más difícil sin estudios, y es importante que las generaciones estén bien formadas y se adapten a las necesidades del mercado para que la competitividad ayude al crecimiento de los países.
Fuente Imagen Flickr