

Este tipo de aprendizaje ha comenzado a extenderse a medida que crece el interés del gran público por acceder a la Red mediante uno de estos dispositivos móviles. Las ventas de los llamados “teléfonos inteligentes” o smartphones crecen de forma exponencial y la llegada de las más capaces tablets ha revolucionado el mercado. Apple podría llegar a vender 40 millones de unidades de su iPad en 2011.
La utilización, cada vez más habitual, de estos dispositivos propicia el desarrollo de los llamados “sistemas de aprendizaje móvil”. Basta con tener a nuestro alcance una conexión Wi-Fi para escuchar una lección de inglés, leer un artículo, realizar ejercicios online o visualizar en video una de las clases impartidas en la universidad.
Sin embargo, el m-learning también tiene algún que otro inconveniente además de los inherentes al dispositivo (duración de la batería, tarifas, tamaño…), ya que lo normal es que no contemos con el ambiente de estudio más adecuado a la hora de acceder a esta información (vamos en el autobús, estamos en una cafetería, nos trasladamos en el AVE…). De ahí que esté considerado más como una ayuda al proceso formativo tradicional que como una forma de aprender en sí misma.


Lo que sí está bastante claro es que esta forma de aprender las cosas resulta cada vez más atractiva tanto para estudiantes como para centros educativos por varios motivos:
- Supone la integración de las nuevas tecnologías en los métodos de enseñanza en una sociedad que acoge cada vez con más interés la llegada de estas últimas.
- El pequeño tamaño de estos dispositivos y su elevada capacidad de almacenamiento permiten disponer de más material en menos sitio y acceder a él de una forma más sencilla e intuitiva.
- Gracias a la gran cantidad de funciones que ofrecen estos dispositivos es posible ofrecer una formación más completa, integrando imágenes, audio, vídeos y texto para facilitar el aprendizaje.
- Es posible aprender algo en cualquier momento y lugar.
- Permite el contacto inmediato entre alumno y profesor. Además, es más sencillo crear grupos de estudio que faciliten una rápida interactuación entre sus componentes.
- Además, la existencia de un gran número de aplicaciones para este tipo de dispositivos avala la teoría de que el m-learning se ha convertido ya en un método de enseñanza y aprendizaje ampliamente utilizado.
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