

De hecho, tiene un punto muy positivo en el intelecto de los niños ya que permite un desarrollo mental más agudo. El hecho de aprender dos idiomas a la vez no significa que el niño pueda confundirse. Es todo lo contrario, el niño aprende así desde una edad temprana a utilizar el idioma adecuado en cada momento, además de lograr así un gran nivel de concentración. Se ha comprobado mediante estudios norteamericanos que los niños monolingües tienden a distraerse más fácilmente que los bilingües.
Hablar dos idiomas supone la apertura de la mente a más de una cultura o forma de vida. Esto aporta una información muy enriquecedora, además de que crea una conciencia de cultura muy positiva. Permite entender mejor las costumbres y vivencias de otro país.
Igualmente no deja de ser una suma de realidades positivas. El hecho de manejar dos idiomas abre las puertas a comprender mejor un tercer idioma. Los bilingües cuentan con más destrezas para aprender un nuevo idioma que los monolingües.
Las ventajas económicas que proporciona ser bilingüe son obvias. Cada vez más ofertas de empleo solicitan personal que domine una segunda lengua. El hablar a la perfección un segundo idioma abre más puertas de cara a un mercado de trabajo global. No sólo es más fácil encontrar un puesto de empleo, sino que el bilingüe puede ocupar un alto cargo dentro de la empresa.
Dominar otro idioma es la mejor opción para vivir o trabajar en el extranjero. La mejor forma de comenzar a dominar un idioma en una edad más adulta, es convivir en el país donde se hable esa misma lengua.
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no me gustoooooooooooo……….»»gh
muy interesante