

Se necesitan con urgencia nuevos profesionales especializados en los tratamientos de la piel para sostener la creciente demanda que se vive en España. Existe un aumento en la preocupación por mantener un aspecto físico atractivo, y la piel es uno de esos elementos que más cuidado y protección necesita. En este sentido, ciencia y medicina se dan la mano para colaborar con la Dermatología, desarrollando numerosas técnicas, métodos, terapias, tratamientos y procedimientos que ya están dando respuesta a esta petición de la población. Pero, también, se necesitan profesionales capacitados para ofrecer estas técnicas a los pacientes, es urgente contar con estudiantes de dermatología para hacer frente a esta demanda creciente.
Qué es la dermatología y cuáles sus principales áreas de actuación
La dermatología no es otra cosa que la especialidad médica que trata, por una parte, el conocimiento y estudio de la piel humana y, por otro, el tratamiento y cura de las enfermedades que sufre. También actúa en la prevención de las enfermedades y la preservación o recuperación de la llamada normalidad cutánea. Tampoco se debe olvidar el sector dedicado a la dermocosmética dedicada a la higiene, a la protección de la piel y a la apariencia estética. Sus actuaciones más demandadas son los tratamientos contra la caída del pelo, para combatir el acné, para eliminar arrugas, acabar con cúmulos de grasa y el acné rosáceo. Pero no son los únicos, y como se ha hecho saber en este artículo, no hay suficientes profesionales para cubrir la demanda presente y futura, por lo que se hace necesario que aumente el número de estudiantes especializados en los distintos tipos de tratamientos de dermatología, que no son pocos, debido en buena medida al gran avance de la ciencia y de la tecnología. Solo por citar algunos caben destacar los tratamientos llevados a cabo con láser vascular, flebología, con ácido hialurónico, luz pulsada, microdermoabrasión, botox, peeling químico…
Qué estudiar para ser dermatólogo
Como se ha comentado durante este artículo, existe un interés creciente sobre los tratamientos de dermatología, el aumento de la demanda por parte de un público cada día más exigente no deja de crecer. Una situación que se entiende perfectamente, ya que se obtienen excelentes resultados y las intervenciones son mínimamente invasivas. Para llegar a ser dermatólogo, es decir, un médico especializado en dermatología, se necesita llevar a cabo una serie de estudios previos. Este profesional deberá obtener el título de Grado de Medicina, posteriormente tendrá que superar el MIR o sistema de formación específica en Dermatología Medico-Quirurgica y Venereología. Entre el grado y el MIR, el tiempo mínimo de estudio son 10 años. Por último, después de terminar el MIR, se consigue el título de Dermatólogo.Con este título se podrá seguir desempeñando el puesto que se venía ocupando como médico o formar parte de la bolsa de trabajo de esta especialidad.
Qué estudian los dermatólogos
Las escuelas de medicina prefieren estudiantes con una buena formación en biología y química. Pero, los solicitantes, mejoran sus posibilidades si obtienen un puntaje alto en la Prueba de admisión al Colegio Médico, así como haber sido voluntario o haber trabajado en medicina antes de la graduación. En cualquier caso, una vez dentro de la escuela, los primeros años estarán dedicados a formarse en ciencia para la práctica de la medicina. Esto quiere decir cursos de genética, biología celular, patología, inmunología, farmacología y, por supuesto, anatomía y fisiología. Por otro lado, también deberán aprender a entrevistar, examinar, diagnosticar e incluso a establecer relaciones con sus pacientes. Los estudiantes también deberán pasar tiempo realizando prácticas clínicas y rotaciones. Una vez que ingresa en una residencia en dermatología, los alumnos deberán aprender a diagnosticar afecciones de la piel, el cabello y las uñas. Asimilarán, también, las técnicas quirúrgicas propias de este campo, como son las mencionadas biopsias, así como extirpaciones y crioterapia. Funciones y salario El avance de las técnicas, terapias y tratamientos de la piel cada vez más específicos y eficaces hace que esta profesión sea cada día más útil y esté más solicitada. El estudiante, una vez finalizado su periodo académico, podrá dedicar su trabajo profesional a un buen número de funciones diferentes. Las más populares son las biopsias de piel, los diagnósticos de alergias en la piel, los tratamientos para combatir las enfermedades cutáneas, cirugías menores (extracción de lunares), o bien la investigación, continuando con el estudio de las enfermedades que se desarrollan en la piel. La profesión del dermatólogo tiene una excelente remuneración. El sueldo medio bruto anual para estos profesionales se localiza entre los 44.000 y los 52.000 euros.