En muchas ciudades se organizan escuelas de verano infantiles en las que los niños pueden disfrutar de una mezcla de diversión y de formación.
Existe un montón de ofertas a todos los niveles entre las que podemos buscar las más adecuadas.
Las actividades se mezclan con la formación como hemos dicho, así que debemos prestar atención en dos líneas. Por un lado, saber qué tipo de actividades queremos que nuestro niño realice.
Hay escuelas de verano que se centran en algún deporte determinado o actividades físicas en general. Otras, en las que los niños disfrutan practicando actividades en el mar, en un río o en plena naturaleza. Por eso, debes buscar alguna que se adapte a lo que ellos conocen o a sus gustos, de no ser así, es posible que se puedan aburrir.
También es importante en otra línea saber cuál es la oferta formativa del centro. Hemos de tener en cuenta que una escuela de verano no es exactamente un campamento.
Revisad muy bien las horas formativa y el sistema en que estas últimas se imparten. Tenéis que emprender la búsqueda de opciones en que los niños aprendan, pero no sean exactamente igual que el colegio. Se trata de que los más pequeños cambien de entorno.
Una vez revisadas estas dos cosas es el turno de la seguridad y del cuidado de los niños. Debéis asegurar que el centro en el que se impartan cumpla con todos los permisos y normas de seguridad y que el personal educativo, ya sean profesores o monitores de tiempo libre, tengan la formación adecuada.