Este aprendizaje depende del intercambio de información entre los estudiantes, los cuales están motivados tanto para lograr su propio aprendizaje como para ampliar el de los demás. Uno de los precursores de este nuevo modelo educativo es el pedagogo norteamericano John Dewey, quien decía que la importancia del aprendizaje consistía en construir el conocimiento dentro del aula a partir de la interacción y la ayuda entre los alumnos.


La investigación demuestra que mediante el aprendizaje colaborativo los estudiantes pueden tener más éxito que el propio profesor para hacer entender ciertos conceptos a sus compañeros. El por qué de este éxito radica en que los alumnos están más cerca entre sí, tanto por su desarrollo cognitivo como por la experiencia en la materia de estudio. De esta forma, no sólo el compañero que aprende se beneficia, también lo hace el estudiante que explica la materia a sus compañeros, pues consigue una mayor comprensión.
La utilización de grupos colaborativos en clase, especialmente si los grupos son heterogéneos, es un mecanismo ideal para aprovechar el potencial del aprendizaje entre los estudiantes. Además, se ha comprobado que el uso de grupos en clase fomenta que los estudiantes se reúnan fuera de las aulas para continuar estudiando juntos.
El beneficio del aprendizaje colaborativo, se confirma porque el hombre es un ser social que vive en relación con otros y desarrollarse en grupo es la forma de expresión de los vínculos que se establecen entre ellos. Para el psicólogo y teórico ruso Lev Vigostky el psiquismo humano se forma y desarrolla en la actividad y la comunicación, destacando los beneficios cognitivos y afectivos que conlleva el aprendizaje grupal como elemento que establece un vínculo dialéctico entre proceso educativo y el proceso de socialización humana.
El grupo es considerado un agente social, cuya función esencial es enseñar, transmitir conocimientos y educar. Pero su verdadera esencia recae en la función adaptativa, es decir, la de preparar a los estudiantes en el desempeño de sus roles sociales; por lo tanto, el grupo deja de ser un mero entorno ambiental y pasa a cumplir la categoría de foco de interacción social, lo que exige que se tenga en cuenta la dinámica interna, los procesos de influencia recíproca, así como la comunicación diferencial entre los estudiantes.
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