

El esfuerzo se puede definir como la voluntad, la fuerza física o las ganas para lograr un fin que se persigue pese a las dificultades que se encuentran en el camino. Es un concepto opuesto a la resignación. Cuando inculcamos el valor del esfuerzo a nuestros hijos estamos también transmitiéndoles otros valores muy importantes de la formación humana. Estos valores son la disciplina, la colaboración, la perseverancia, el control y la fortaleza. Comunicar a nuestros hijos que deben de esforzarse y ser constantes por obtener sus deseos es algo que debe transmitirse en los primeros meses de vida. Hay que tener en cuenta que el niño que aprende desde pequeño a luchar por lo que cree cuando llegue a la edad adulta podrá valerse mejor por sí mismo en las situaciones adversas y tendrá una mejor aptitud ante los entornos dificultosos. Para que nuestros hijos se esfuercen por las cosas cotidianas hay que evitar la sobreprotección y reforzar la disciplina. Algunos puntos a tener en cuenta son los siguientes: -Deben de ser responsables desde pequeños. Además de los deberes del colegio, es una buena idea que se encarguen de alguna de las tareas del hogar como arreglar su habitación. -Entender el valor del dinero y enseñarles tanto la importancia de donar a las personas que más lo necesitan como acogerse a las causas sociales. -Invitarles a realizar pequeñas tareas que supongan alcanzar retos. Por ejemplo, realizar rompecabezas o juegos en los que tengan que esforzarse para pensar. -El deporte también es un buen recurso, ya que es un ejemplo de superación y esfuerzo. -La observación de los diferentes estilos de vida y de ver cómo algunas personas pueden sobrevivir con menos recursos que otros. -Esforzarse por las tareas de su colegio y mejorar constantemente en su aprendizaje gracias a su empeño.
Esfuerse. Para. Ser alguien. El. Día. De. Mañana
PERFECTO
muy bn
esperfecto
Es Perdecto Buen Trabajo