

El estudio asegura que la poca implicación demostrada por el padre entre los 0 y los 10 años del niño se traduce en un aumento de la probabilidad de que los más pequeños presenten serios problemas en su escolarización (bajo rendimiento, pérdida de la concentración, fracaso escolar...), trastornos en su estado emocional (mal humor, tristeza e incluso agresividad) y trastornos alimenticios con elevadas tasas de obesidad.
Según las respuestas dadas por las propias mujeres, el 44% de los padres ejercen una paternidad responsable. Además, el 69% de los hombres españoles apuesta en la actualidad por un modelo de familia igualitaria o simétrica, algo que choca frontalmente con el dato sobre el que gira este post: la cuarta parte de las mujeres se ven obligadas a dejar su puesto de trabajo mientras que los varones lo hacen en un 4,8%.
Otro dato revelador de dicho informe es de que la mitad de los padres varones con hijos de 5 a 10 años están muy implicados en la crianza de los niños, pero sólo el 7% alcanza un grado de implicación igual o mayor que el de las madres.
El modelo también ofrece una fotografía de la difícil situación económica por la que atraviesa España, de forma que, en la actualidad, en los hogares donde solo trabaja uno de los padres tres de cada diez niños de 0 a 10 años están en riesgo de pobreza.
En cuanto a las licencias de paternidad, se calcula que un 58% de los padres se han acogido a estas, una cifra que multiplica casi por cuatro al 15% que lo hacía antes de ponerse en marcha la Ley de Igualdad, en marzo de 2007. La cifra de padres varones que solicita este tipo de licencias es mucho mayor cuando la mujer también trabaja.