

Llorar, algo inevitable
Es un habitual el que el niño llore cuando se le deja en el cole y se desprende de sus padres. A pesar de que sufras viendo a tu hijo con el llanto, es importante resistir la tentación de llevártelo de vuelta a casa. Aunque sea complicado, lo mejor en estos casos es tratar de demostrar la mayor entereza posible, ya que, de esta forma, es bastante probable que el niño con el tiempo lo empiece a llevar mejor.
No te obsesiones
Tienes que mentalizarte que tu hijo está con profesionales y que evidentemente, no es el primer niño con el que se encuentran en una escuela. Esto es básicamente porque mientras esté en el centro, no lo vas a tener tan controlado como te gustaría. Sin embargo, tienes que saber que la escuela, se trata probablemente del lugar más seguro en donde tu hijo podría estar.
Tu hijo estará bien
En la guardería, podrá jugar con otros niños y esto supone que pueda llegar a casa con algún que otro tirón de pelo o algún arañazo, fruto de alguna caída. No le des importancia, es normal a este tipo de edades el sufrir esta pequeña serie de percances y por mucho que duela, es parte de la vida, todos lo hemos pasado y forma parte de la niñez. Tu hijo tiene por delante todo un mundo que descubrir y ahora se encuentra haciéndolo en la escuela, con sus nuevos amiguitos.