El contenido de una carta de recomendación hace alusión a la experiencia laboral del candidato de forma positiva y a sus cualidades humanas. Lo más relevante es la persona que firma la carta. Esto quiere decir que cuanto más alto sea su cargo dentro del sector al que se dedica, mejor será valorada.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que vaya dirigida a la persona encargada del proceso de selección. Hay que asegurarse que va dirigida a la persona adecuada, y por tanto, no puede ser impersonal.
A la hora de redactar una carta de recomendación hay que seguir una estructura que se basa en cuatro elementos: identificación, contexto, recomendación y cierre.
En ella, debe de aparecer el nombre de la persona recomendada y el de quien lo recomienda. A continuación tiene que aparecer una breve referencia al lugar y a la fecha.
Una vez presentados estos aspectos, en la carta de recomendación se deben de explicar las características positivas de la persona que se está recomendando, tanto referidas al ámbito laboral como a las características humanas.
Una vez expuestos estos puntos, la carta debe de contener información de contacto de la persona que firma dicha recomendación, como su teléfono o email.
El lenguaje de la carta debe ser claro y conciso. Siempre hay que saber cuáles son las dos o tres características que se quieren destacar y sin ser demasiado insistente. En cuando a las habilidades, por ejemplo, se destacarán las que procedan. Algunos puntos como capacidad para rendir bien bajo presión, compromiso o entusiasmo son ejemplos muy típicos.
En referencia a los aspectos formales de la carta, es mejor que no supere más de dos páginas. El lenguaje debe de ser formal y se tienen que cuidar las normas gramáticas y la ortografía obviamente.
