A partir de los dos años aproximadamente, el niño ya comienza a ser más consciente de los demás. Por tanto, es el mejor momento para trabajar algunas conductas como el compartir sus juguetes, asistir o colaborar en las tareas entre otros. La comunicación entre padres e hijos va a ser fundamental para que se establezcan lazos de confianza y se transmitan mejor los valores.
Consejos para enseñar el valor de la solidaridad
Para promover valores como la solidaridad es esencial que el niño reciba una educación democrática, en un entorno afectivo y en el que se tiene en cuenta a cada uno a través de la libertad de expresión. Se trata de intercambiar opiniones, reflexionar juntos sobre distintos acontencimientos, ver cómo se puede ayudar y combatir actitudes egoístas e intolerantes.


Es muy importante que los padres comenten a sus hijos algunas situaciones o acontecimientos que refuercen la labor solidaria de una persona y lo que ha conseguido.


Parece algo complicado y más en una sociedad individualista como la que vivimos hoy en día, pero si los padres enseñan a sus hijos la importancia de ayudar a los demás y conocen que hay personas en una situación desfavorecida, estaremos en el camino de educar a nuestros hijos a que sean mejores personas en la edad adulta.
Tanto en casa como en la escuela se debe de trabajar la empatía en los niños. Los pequeños deben de aprender a preocuparse por los demás y ayudar a los otros cuando verdaderamente lo necesiten. Algunos gestos como ayudar a otros niños con la mochila, compartir material escolar o preocuparse por un compañero enfermo son muy positivos y forman parte de un valor como la solidaridad.